miércoles, 19 de abril de 2023

MI MADRE, MI HEMBRA EN LA CAMA .

 

Confesión; Ánonimo.


Incesto con mi madre: Todo comenzó hace unos años cuando era más jóven, por motivos económicos debía dormir en el mismo cuarto y en la misma cama que mi mamá, por cosas del clima y eso mi mamá siempre dormía o con una bata y en panty o en panty y sin nada más. Obviamente por yo ser macho y ella hembra las cosas se fueron dando naturalmente, obviamente el dormir con un cuerpo casi desnudo al lado era algo extremadamente excitante para mí, poder ver sus tetas afuera, su abdomen, sus piernas y su culo era como estar en el cielo.


Fue por eso que poco intenté acercarme mucho más a ella y hacerle ver qué ya para mis ojos estaba dejando de ser mi madre y que la veía más como una mujer. Empecé obvio desde lo más simple como que cada abrazo fuera más largo hasta un punto dónde ya le pedí si le podía agarrar y chupar las tetas. 


Todo esto por supuesto no paso de un día para otro, al principio fue muy complicado y muchas veces tenía el corazón a mil pensando que se podía enojar o algo ya que mi madre es una mujer muy cristiana y ella por supuesto considera que el incesto es pecado, pero al ya convencerla y hacerla sentir mujer ya las cosas cambian.


Por ejemplo, todo empezó con abrazos, siempre eran abrazos largos dónde acariciaba mucho su espalda hasta que poco a poco con cada abrazo iba bajando hasta un día llegar a las nalgas, tanto así que habían veces que si estaba con jean o con falda le bajaba la falda o le desabrochaba el jean para agarrarle mejor el culo y ella simplemente no me decía nada. Al no notar respuesta negativa pues entendí que a ella le gustaba y que no supondría ningún problema.


También resaltar que a pesar que mi madre siempre haya sido una hembra muy cristiana ella siempre ha sido liberal en el sentido que entre nosotros no hay secretos y ella desde que tengo memoria no le ha dado pena cambiarse en frente mío, es decir, desde hace muchísimos años yo conozco todo su cuerpo desnudo. Fue así que aprovechandome de eso tuve el primero de miles de encuentros sexuales con mi mamá.


Resulta que un día mi mamá llegó del trabajo en la noche, yo estaba en la casa en el cuarto de nosotros y ella se fue a bañar, cuando regreso vino con las tetas afuera y en una tanga que simplemente hizo que mi verga al verla se pusiera extremadamente dura, tanto así que nada más verla entrar tuve como un instinto y casi me lanzo a mamarle las tetas, pero me contuve.


Mientras la veía cambiarse estábamos hablando y entre esas me acerqué y le dije «Mami te puedo agarrar las tetas?» Mi mamá sorprendida y con una expresión de nervio me dijo que sí, así que ahí estaba yo detrás de ella agarrándole las tetas y jugando con sus pezones, mi mamá me decía en repetidas ocasiones «Mi amor esto no puede volver a pasar, tocar a la madre es pecado, esto está muy mal» mientras tanto yo decidí ignorarlo todo y sin darme cuenta tenía una erección que casi se me salía la verga del boxer, sin embargo inconscientemente la estaba rozando toda en el culote de mi mamá, quizás fue por eso que me decía que era prohibido.


Pasaron algunos segundos y mientras mi mamá me decía que era pecado decidí dar otro movimiento y empecé a besarle el cuello. Mi mamá se calló inmediatamente y soltó un pequeño suspiro de placer el cual fue mi señal de entrada a empezar a hacerle el amor.


Le besaba el cuello le pasaba las manos por las tetas y por el abdomen y tenía la verga toda dura en su culo, ahora al recordar es una escena totalmente excitante. En fin resulta que con eso le dije en el oído «Mami vamos a la cama, le tengo muchas ganas a tu cuerpo» mi madre no me dijo nada y simplemente me obedeció.


Se acostó boca arriba y me abrió las piernas, me acerque y le baje el panty hermosa ver la vagina hermosa que me trajo al mundo, a pesar de tener algunos vellos decidí chuparle todo lo que encontraba a mi paso, pase mi lengua por sus labios vaginales, por su clítoris, por sus muslos, su ano, su abdomen, sus tetas, su cuello, su carita, no hubo parte de su cuerpo que no haya probado.


Después de unos minutos dónde mi mamá me repitió en varias ocasiones que estábamos haciendo un pecado yo ya estaba en mi límite, tenía el pene tan parado que literalmente antes de metérsela me salió un chorro de líquido preseminal. Obviamente los dos ya estábamos muy excitados, ella estaba totalmente lubricada y yo tenía el pene mojado de líquido preseminal entonces decidí metérsela.


y para los que nunca hayan probado el incesto les aseguro que ninguna vagina en el mundo les va a dar el mismo placer que el de su propia madre. Al momento de metérsela sentí un placer que no pensé que existiera, una mezcla entre humedad, calorcito y que te apretara mucho su vagina, es algo inimaginable si no lo sientes personalmente.


Ambos soltamos un gran gemido y estuvimos haciéndolo durante varios minutos, lo que me sorprendió de todo es lo sensible que es mi mamá con sus tetas, mientras se la estaba metiendo le chupe una teta y con la otra estuve jugando con su pezón, solo con esto ella se corrió totalmente, cosa que por supuesto hizo que me viniera también.


A todo esto como se habrán dado cuenta nunca comenté si se la rompí con o sin condón, pues lógico que fue sin condón y ese día me vine adentro totalmente pero con mi mamá no es problema ya que ella está operada en ese sentido y aprovechamos eso para que me viniera todos los días las veces que quisiera dentro de ella.


Ese día al final la hice mi hembra a toda costa, parabamos a mitad del polvo para besarnos y yo chuparle todo el cuerpo otra vez. Para haber sido nuestra primera vez culiando fuimos muy animales y nos comimos muy muy duro.


Al finalizar el encuentro su vagina chorreaba mi semen y su flujo, sus tetas estaban todas brillantes por la saliva al chuparselas, nos besamos en la boca y me dice que esto no puede llegar a pasar, me rei burlonamente y tome su mano y la puse sobre mi verga que todavía estaba dura, mi mamá me miró, me besó y empezó a masturbarme, ahí fue cuando los dos entendimos que esta no iba a ser la última vez que haríamos el papel de macho y hembra…


Mi madre, mi hembra parte 2


Mi mejor polvo con mi mamá: Desde la primera vez que culiamos mi madre y yo éramos imparables por ser madre e hijo la compatibilidad es muy muy grande, resulta que descubrimos que los dos somos ninfómanos, es decir nos encanta el sexo y nos es difícil no tener sexo en cierto tiempo por lo cual cada vez que teníamos la oportunidad lo hacíamos, todos los días de ser posible y cada que los dos estábamos en casa.


Habían días en los que lo hacíamos 3 o 4 veces, incluso ocasiones dónde mi papá estaba en casa, él en la sala y nosotros en el cuarto y ahí estaba yo ahogandome entre las piernas de mi mamá chupando su vagina con restos de nuestros fluidos juntos de culiadas anteriores de ese mismo día, era muy exitante bajarle los pantys y ver cómo la tela estaba toda mojada de leche y su flujo, verle la vagina toda hermosa llena de nuestro amor, sentirla más mojadita por la mezcla de nuestros fluidos era algo que nos excitaba demasiado a los dos.





Por ser ninfómanos era que cada polvo debía ser bueno, no nos conformabamos con 2 3 minutos, debía ser bastante. Fue por esto que un día tuvimos nuestro mejor polvo, era de madrugada y los dos estábamos dormidos pero yo siempre he sido un poco más caliente y como les conté pues dormíamos en el mismo cuarto y casi siempre ella estaba desnuda, ese día solo durmió con un tanga beige.


Me acerque por detrás y empecé a tocarla, le agarre las nalgas, las tetas y decidí despertarla besándole la cara y lamiéndole las mejillas.


Mi madre despertó y me agarró la verga que ya estaba lo suficientemente dura en su culote. Después de una mamada, de besarnos mucho y de tocarnos y calentarnos el uno al otro, decidimos empezar a culiar y mi madre siempre le ha gustado cuidarse, por eso está tan buena, así que ella tenía un aceite para la piel cerca, decidimos usarlo y ahí estaba yo, culiando con mi propia madre viendo su cuerpo brillando por el aceite, es en verdad indescriptible recordar su culo lleno de aceite, su abdomen brillando y sus tetas todas mojaditas por el aceite.


Es en verdad el mejor polvo que recuerdo ya que esa vez me vine 4 veces, una en el culo la cual fue la más grande, literal tenía las dos nalgotas todas mojadas y llenas de leche y el aceite con el que culiamos, y aún así eso no nos importo y aún ella con la leche en todo el cuerpo seguimos culiando, la otra en el cuerpo y en las tetas lo que es el abdomen y así, y dos adentro de la vagina de ella.


Total terminamos de hacerlo, dormimos los dos desnudos, ella no se limpio ni un poquito de toda la leche que le dí, y en la mañana antes de ella levantarse me da un beso en la boca como agradecimiento. Obviamente me di cuenta porque dormíamos siempre abrazaditos y notaba el mínimo cambio que lla hiciera.


Después del beso no me aguante y le di un mañanero, fue otra vez darle los buenos días a punta de verga, este también de los muchos mañaneros que le di, este fue sobresaliente porque pónganse a pensar que veníamos con la calentura de ayer y ella aún a pesar de haber dormido se le sentía la vagina mojadita por la leche que le había dado hace unas horas, entonces fue literal apenas levantarnos encenderla a verga bien duro por esa chocha, aunque mi mamá con eso estaba muy contenta como siempre, se fue con otra carga dentro de la vagina para empezar bien el día, ese fue otro día que también culiamos como unos loquitos 


Y desde ese día cada cierto tiempo cuando estaba en la calle y le había hecho buen sexo o simplemente me extrañaba mi mamá me mandaba muchas fotos a WhatsApp de su cuerpo, o videos de ella dándose dedo, podía estar con mis amigos o muy ocupado pero si mi mamá tenía ganas nada le impedía mandarme fotos para que la morboseara, o mandarme videos masturbándose dónde el primer plano era su vagina, tanto así que a veces casi que me obligaba a qué le mandara fotos de la verga o algo que a ella también le excitara para bajarse su calentura.


UN SHOW ESPECIAL PARA MI VECINO

  Confesion; Anonimo. Hola, mi nombre es Victoria tengo 28 años y vivo junto a mi pareja de 31, ambos trabajamos, aunque él es un hombre más...