jueves, 12 de mayo de 2022

30 AÑOS DE UN MATRIMONIO FELIZ.

 

Confesión; Anónimo.


Hola, mi nombre es Ezequiel y llevo casi 30 años de feliz matrimonio y hermosos cuernos que me pone mi esposa Rosana. Tengo 50 años y ella 47 aunque todos le dan unos 42 años. Es gordita, piel blanca y pelo negro azabache que lo usa cortito porque así le resulta más lindo y cómodo. Tiene un par de tetas hermosas, pezones grandes, y una cola bien parada y redondita, que a pesar de la edad y dos hijos, la sigue teniendo parada y redonda.😍


Llevamos juntos entre noviazgo y matrimonio 30 años, de los cuales más de 25 han sido con cuernos incluidos. Vivimos en una ciudad chica de la provincia de córdoba.


Supe que era cornudo una noche, sin querer a los 2 o 3 años de ser novios

Fue un jueves, ella trabajaba en una estación de servicio de 14 a 22 horas, y yo los jueves jugaba al fútbol a las 22 con amigos, el resto de los días la iba a buscar yo. Si bien el turno de Rosana terminaba a las 10 de la noche, no salía hasta unos 20 minutos o media hora más tarde, hasta que hacía el cierre de caja.


Un jueves no éramos suficientes para jugar al fútbol por lo que nos fuimos temprano. Yo decidí ir a buscar a Rosana. Cuando iba llegando en mi moto, vi que salía con un compañero de trabajo, también en moto. Pensé que doblaría en la esquina para llevarla a Rosana a su casa, pero no, siguieron derecho hasta las afueras de la ciudad y entraron a un motel.


Yo no podía creer lo que acababa de ver, sentí bronca y me fui a mi casa. En el camino pensaba en lo puta que era, que yo no merecía eso, que la iba a mandar a la mierda y muchas cosas más. Llegué a mi casa, me fui a duchar y comencé a masturbarme pensando como la estarían culiando.


Me excité muchísimo, acabé rápido y al ratito ya estaba empalmado de vuelta. Me hice varias pajas esa noche y me di cuenta que me causaba más excitación que enojo el hecho de tener cuernos.


A la mañana siguiente yo tenía la costumbre de llamarla a su trabajo desde la oficina. Hablamos un ratito, le pregunté que había hecho la noche anterior y me dijo que nada, que un compañero de trabajo la llevó en su moto a la casa, cosa que en parte era verdad.


A la noche la llevé a culiar al mismo motel donde había ido con su amigo. En un momento ella estaba arriba mío y yo le pregunté si así de rico se movía con su compañero de trabajo. Rosana se quedó inmóvil y me preguntó de qué hablaba. Entonces le dije lo que había visto la noche anterior. Ella estaba atónita y se puso muy nerviosa. Se quiso bajar pero no la dejé, la seguí cogiendo.


Entonces ella me dijo que fue solo sexo, me pidió perdón y me dijo que nunca más lo volvería a hacer. Yo me largué a reír y le dije que es una puta, que ya le gustó el vicio y no lo va a dejar. Le dije, si sigo con vos seré cornudo toda la vida porque sos muy puta y te gusta mucho la pija.


Ella me preguntó si la iba a dejar. Yo le dije que la amaba y le pregunté si ella me amaba. Me contestó que si, que yo era su amor, y me volvió a pedir perdón. Entonces yo totalmente excitado le dije que prefiero ser cornudo feliz y estar con la mujer que amo antes que tener una esposa fiel pero que no ame. Ella sonrió, me preguntó si lo decía en serio y cuando le contesté que si me besó muy apasionadamente. Acabé dentro suyo así, basándonos con mucha pasión.


Allí comenzó todo, y no me arrepiento, al contrario, disfruto muchísimo mi matrimonio. Ella tiene novio y está muy feliz.


PARTE II

Hola, soy nuevamente Ezequiel y seguiré contando mi feliz matrimonio y cuernos con mi esposa Rosana.


En el primer relato conté como había empezado todo. Ahora les voy a contar como siguió nuestro noviazgo.


Como había contado, Rosana trabajaba en una estación de servicio de 14 a 22 horas. Después que blanqueamos la situación y que yo aceptaba ser cornudo pero estar con la mujer que amaba (y amo), la semana transcurrió normal, aunque en los momentos íntimos Mauricio era nombrado y eso me calentaba muchísimo.


Al jueves posterior no salieron porque Mauricio trabajaba en el turno noche. Pero a la otra semana si salieron y yo me fui a jugar al fútbol. Debo decir que si bien yo estaba en la cancha, mi cabeza no paraba de pensar si Rosana estaría culiando con Mauricio y como la estaría pasando.


Esa noche me masturbé en la ducha, y al día siguiente, como de costumbre, la llamé a su trabajo. Yo estaba muy ansioso por saber cómo se había sentido ella.


Atendió el teléfono y me saludó con un hola mi amor. Nos mimamos con palabras un momento y le pregunté cómo le había ido la noche anterior. Me dijo que bien, que se sintió más liberada y que Mauricio le dijo que había estado mucho más puta que de costumbre. Ese solo comentario que puso la verga tiesa. Yo le dije que me ponía bien que ella la hubiera pasado bien. Hablamos un momento más y cortamos.


A la noche la fui a buscar al trabajo, y fuimos a coger

Le pedí que me contara todo. Ella lo hizo masturbándome muy despacio, lo que me excitaba mucho más aún.


A partir de allí todo se fue haciendo más lindo entre ella y yo, comenzamos a tener mejor sexo, más apasionado y placentero. Ella seguía saliendo con su amigo los jueves a la noche y también comenzó a hacerlo algún que otro día de la semana. O sea, le encantaba ponerme cuernos.


Pasaron unos meses, Mauricio se compró un auto, y una compañera de trabajo de ambos se casaba. Fuimos invitados a la fiesta. Le pregunté a Rosana si su amigo iba y me dijo que sí. Yo le dije, vas a ver que en algún momento de la fiesta te va a invitar a su auto a que se la chupes. (Aclaro que Mauricio no tenía novia por esos días).


Rosana se rio y me dijo que no, que estando yo no se iba a animar. Le dije que sí, que lo iba a hacer. Ella insistía que no, pero después me preguntó si yo la dejaría ir al auto de Mauricio un ratito. Le dije que si a ella le pintaba ir, yo no tenía drama. En una fiesta con tanta gente nadie notaría nada.


Llegó la noche de la fiesta, que se hacía en un hermoso salón que estaba al centro de un predio, adelante el estacionamiento lleno de árboles y para atrás una cancha de fútbol. Un salón muy lindo realmente con tres puertas de salida. Nosotros fuimos en remise porque hacía frío y no daba para ir en moto. Mauricio fue en su auto.


Cuando llegamos nos bajamos en la puerta y caminamos unos 100 metros hasta el salón atravesando el estacionamiento. Rosana me dice, allá está el auto de Mauri. Estaba hacia el fondo en un lugar oscuro porque la frondosa arboleda del lugar no permitía el paso de las luces. Yo le dije, lo puso ahí para invitarte una mamada más tarde. Rosana se largó a reír.


Disfrutamos la cena, comenzó el baile, bailamos un rato con Rosana y nos fuimos a sentar y tomar una cerveza. Al ratito se acercó Mauricio me saludó dándome la mano y le dio un beso a Rosana con quién se puso a hablarle al oído porque la música estaba fuerte. Yo la miraba a Rosana que se reía y movía la cabeza diciendo no, pero después de un ratito hizo un gesto de afirmación.


Mauri nos saludó y se fue. Rosana me quedó mirando y comenzó a reírse. Me dice, tenías razón me invitó al auto un ratito. Le digo,  y vos aceptaste. Sonriendo me preguntó si no me molestaba que fuera y yo le dije que no, que fuera. Le digo, andá al baño y yo me voy a dar una vuelta por el salón. Así lo hicimos, ella fue al baño a pintarse nuevamente los labios y yo, por otra puerta, salí a esconderme cerca del auto de Mauri. Había una camioneta y al lado el auto de Muri. Me quedé escondido tras la camioneta. Si bien estaba muy oscuro la distancia no era tanta y podía ver bien.


Al ratito llegó Rosana, subió sonriendo, hablaron algo, se besaron y siguieron hablando y riéndose. Luego Mauri reclinó la butaca y se bajó pantalón y calzoncillo. Seguían hablando y riéndose y Rosana acercó su mano a mauri y comenzó a acariciar su pija. Pasado un momento se dieron un beso y Rosana se agachó gustosa a saborear la mamadera calentita de su amigo. Yo comencé a masturbarme a full, me excitaba mucho la escena.


Rosana se la chupaba despacio y mauri se retorcía de placer en la butaca. Obviamente le acabó en la boca y Rosana se tomó la leche. Se incorporó, ambos sonrieron. Mauri le dijo algo, supongo que le dijo puta o algo así porque Rosana le dio una cachetada suave en la cara y luego lo besó. Se hicieron mimos un ratito más, yo me fui al salón y al ratito entró Rosana. Fue derecho al baño y luego vino hacia mí. Tenía una hermosa cara de puta, estaba feliz con la aventura. Le pregunté qué tal estuvo el postre y me dijo que riquísimo.


Seguimos disfrutando de la fiesta, y a la hora de irnos Mauri se ofreció a llevarnos en su auto. Cosa a la que accedimos, Rosana subió adelante con él porque mi casa quedaba de pasada hacia la casa de Rosana por lo que yo me bajaba primero. Cuando me bajé besé a Rosana, en tono de chiste le dije a mauri que se portara bien con mi novia, el me aseguró que si riéndose y se fueron. Ahí terminó mi noche, obvio la de ellos no. Fueron a un motel a terminar la noche como correspondía. Rosana volvió a su casa a eso de las 9 de la mañana totalmente feliz por la noche de puta que tuvo.


NUESTRO SEGUNDO TRIO.

  Confesion; Anónimo. Fue la pasada noche vieja (31 de diciembre) y esta vez ninguno de los dos teníamos nada pensado, nos reuníamos en mi c...