martes, 17 de septiembre de 2024

MI PRIMERA EXPERIENCIA TRANS FUE EN UNA ORGIA.

 

Confesion; Anónimo.


Hola. Me llamo Alfredo, ya en una ocasión escribí en este portal, les comento que ahora ya tengo 20 años, no les había dicho, pero mido 184 cm de estatura, 85 kg de peso, atlético sin llegar a musculoso. Piel blanca, cabello negro castaño. No peco al decir que soy bastante atractivo


Siempre he tenido una clara preferencia sexual por las mujeres y he tenido grandes experiencias con ellas, iniciando con mis primas y en más de una ocasión, con algunas de mis tías. (leer “Mis inicios sexuales con mi prima y su amiga” y también “Me cogí a mi tía por primera vez”)


Ahora estudio en una universidad en la facultad de derecho y por supuesto que lo primero que hice fue buscar entablar amistad con las jóvenes y después de más de un año, pues he tenido alguno que otro revolcón con alguna de ellas.


Pero lo que me trae aquí ahora es muy diferente y necesito contarlo.


Hace tiempo le andaba tirando la onda a Sandra que es muy bonita. Cabello rubio, piel blanca, alta, delgada nariz respingada, labios pequeños y boca chica, tetas minúsculas y una colita que siempre oculta bajo unos jeans ajustados que la hacen presumir sus deliciosas nalgas redonditas.


Ese día coincidimos en un bar cerca de la facultad. Al llegar la vi cerca de la barra, sin más me acerqué a saludarla y me dijo que me sentara con ella mientras llegaban sus amigas. Estuvimos charlando no sé de qué, hasta que de pronto se acercaron tres mujeres bellísimas… igual o más que Sandy.


Una dijo llamarse Katy, rubia igual, blanca, muy alta por los tacones que llevaba puestos, minifalda blanca ajustada que dejaba ver el inicio de sus nalgas redondas y una blusa de tirantes que también enseñaba sus pechos medianos, un saco en la mano, zapatos de tacón muy alto con los dedos descubiertos, labios rojos, cabello lacio al hombro.


Estaba Natalia, trigueña, pero con ojos claros, cabello negro igual lacio, pero en cola de caballo,  seguro usaba pupilentes me dije, igual, alta delgada, de mejor nalga que Sandy y que lucía una minifalda de mezclilla y botas blancas a la rodilla de color blanco.


Finalmente, Valeria, blanca con el cabello negro, igual de alta que las dos anteriores, minifalda un tanto suelta en color rosa, zapatos de tacón descubierto al igual que Katy, que dejaban ver la belleza de sus pies y uñas en color rojo, deben recordar o saber que adoro los pies femeninos.


Y para cerrar con broche de oro Carlos… un amigo que siempre hemos compartido salidas con chicas y una que otra fiesta, sin que pase algo extraordinario, más allá de cogernos a una chica que se deje.


Estuvimos tomando un poco, hasta que alguien dijo que saliéramos a otro lugar más tranquilo.


Desde el principio pude darme cuenta que las tres chicas eran chic@s o trans, a pesar de su hermoso cuerpo y sus tetas marcadas en sus respectivos escotes, además de la voz que por más que intentan disimular, sigue siendo más grave que el de una chica. Eso no me importo, porque estábamos disfrutando y lo que yo quería era tirarme a Sandy.


Compramos más bebidas y nos fuimos al departamento de Carlos. Estuvimos tomando y bailando cachondamente con una y con otra sin pasar a más, hasta que, en una de esas, volteo y veo a Carlos metiéndose un delicioso faje con Natalia. Mientras se besaban Carlos le metía la mano bajo la mini y acariciaba sus ricas nalgas. Ella le acariciaba la verga a Carlos aun sobre el pantalón.


De pronto sentí como me agarraban la verga que sin darme cuenta ya estaba creciendo, empalmándome con el espectáculo que estaban dando la pareja. Era Katy que sobaba mi verga sobre mi pantalón y antes que algo pudiera decir Sandy me agarró de la barbilla y comenzó a meter su lengua dentro de mi boca… me besaba, metía su lengua dentro de mi boca y dejaba residuos de su saliva caliente y eso me prende.


Sentí como Katy rescataba de su prisión a mi verga erecta y lentamente comenzaba a chupar y lamer con su caliente lengua todo el tallo hasta llegar a mis bolas que una a una las introducía a su boca cálida.


Sandy también llevaba una minifalda suelta en color celeste y sin más mi mano se apodero de sus nalgas acariciándolas mientras nos comíamos las lenguas y yo disfrutaba del sabor de su saliva caliente.


Hizo de manera muy suave que me sentara en el sofá y mientras Katy se encargaba de mi verga y mis bolas, Sandy se hizo a un lado su tanguita, se subió al sofá y se fue sentando lentamente en mi cara… uuffff la rosadita vagina de la chica imposible estaba a nada de ser saboreada por mi lengua. No terminaba de sentarse, simplemente provocaba mi desesperación pues por más que estiraba mi lengua no llegaba a su destino, hasta que la tome de las nalgas y empuje hacia mi logrando saborear esa vagina empapada de sus jugos y que al sentir mi lengua ella misma empujaba hacia mí y se movía como cogiendo mi lengua.


Yo chupaba de arriba abajo hasta alcanzar el orificio de su precioso culo rosado y por momentos me detenía tratando de introducirlo en esa dulce vagina, aunque lo intente también en ese culito rico ya húmedo por mi saliva, mientras ella gemía se retorcía de placer saltando sobre mi cara, bañándome de sus jugos, mi verga crecía más y más y Katy disfrutaba chupándomela sin parar.


Sandy se bajó de mi cara, hizo a un lado a Katy de mi verga y sin más se sentó sobre ella cabalgándome de arriba hacia abajo y con movimientos de su cadera de manera circular.


Volteé y vi como Natalia en cuatro recibía la verga de Carlos, mientras Valeria le clavaba la verga femenina en la boca a Carlos… eso fue la locura… mi amigo estaba chupando una verga. Femenina, pero verga al fin.


De pronto mientras Sandra me cabalgaba sentí a Katy que se paraba frente a mí, me besaba los labios suavemente, casi con miedo, pero en el calor de lo que estaba pasando, la tomé de los cabellos y comencé a besar, chupar, morder sus labios rojos, húmedos, debe haberle dolido porque se separó me obligó a abrir la boca y me escupió. Lejos de hacerme sentir mal, me calentó más, abrí la boca y esperé un nuevo chorro de saliva que no tuve que esperar, ya que me dejo caer un chorro enorme y después introdujo su lengua en mi boca para jugar con mi lengua, mi saliva y la de ella.


Su mano tomo la mía y la llevo hacia su verga que levantando su faldita había escapado de su tanguita y bailaba temblorosa mientras nos besábamos y Sandy cabalgaba sobre mi verga. No dudé, simplemente la tomé y con mucha suavidad comencé a jugar con ella, masturbándola y sintiendo lo dura y caliente que estaba. La cabeza se sentía húmeda por el precum que comenzaba a salir del meato urinario. Una sensación pegajosa hacía que mi mano resbalara suavemente por la verga de Katy y sus besos mojados hacían que mi excitación creciera, al tiempo que Sandy se sacudía, apretaba sus piernas contra mi cuerpo y se corría en un delicioso orgasmo.


Después de un momento sin moverse, Sandy se quitó de encima mío y Katy aprovecho para tomarme de la verga con su manita, se acostó boca arriba, subió las piernas a mis hombros y guio mi verga a la entrada de su culito rosadito. Prácticamente sin moverme, mi verga fue entrando lentamente en su ano gracias a los movimientos de su cadera, de atrás hacia adelante y en círculos, la sonrisa en su cara super sexi, sus ojitos los ponía en blanco indicando que estaba disfrutando como mi verga se introducía suavemente mientras mordía sus labios. Su faldita enrollada en su cintura, su tanguita rosadita corrida hacia un lado y su verga chocando en mi estomago hacia sentirme en una sensación muy diferente a todo lo vivido y lo estaba disfrutando. Sus pies cerca de mi cara me hicieron girar y comencé a besar sus tobillos, y con mi lengua alcancé sus deditos del pie y pasaba de un dedo a otro sin quitarle las zapatillas mientras acelerábamos los movimientos de cadera muy acompasados. Adoro los pies femeninos y estos eran super sexis. Preciosos, muy cuidados, suaves, con las uñitas pintadas en color rojo. Con mi verga ensartada en ese guante de su delicioso anito nos movíamos al ritmo lento disfrutando de esa cogida. Su carita sonriente, mordiendo sus labios y sus gemidos hacían que mi excitación y mi verga creciera dentro de ese rico culo. Ella tomó su verga con su manita y se masturbaba al compás del mete y saca de mi verga.





Le quite por completo la zapatilla y me introduje también completamente su piecito dentro de mi boca… mmmm que delicia… pude sentir mi verga inflamándose y explotando dentro de las entrañas de Katy mientras ella se corría entre nuestros estómagos. Me empujó hacia atrás y se levanto para darme un super beso de lengua llena de su saliva caliente que sin miramientos me los saboree y trague disfrutándola. Nuestros estómagos se juntaron aprisionando su enorme verga entre nosotros.


Sentí una mano halar la mía y dirigirla hacia un par de nalgas cálidas, sin ver porque nos besábamos con Katy, comencé a acariciar y mi dedo alcanzó un rico y cerrado culito arrugado con el que jugué y logré meterlo sintiendo que estaba bajo una minifalda y una tanguita. Descubrí a la hermosa Valeria dueña de ese lindo culito… su verga cerca de mí, me golpeaba el hombro.


Todos estábamos vestidos, lo que hacía mas sensual la fiesta. Katy se apartó y Natalia aprovechó para sentarse encima de mis piernas y acomodándose dejo que mi verga que nuevamente estaba dura, fuera introduciéndose en su culito. Me abrazó del cuello y se clavó mi verga mientras buscaba mis labios y su lengua buscaba la mía dentro de mi boca… separaba su boca de la mía para acercarse a mi oído y así podía escuchar mas claramente su agitación y sus gemidos. Vi a Sandra que, de pie, con una pierna sobre el sofá, recibía la verga de Natalia, mientras Carlos de a cucharita tirados en el piso se cogía a Katy. Así estuvimos mucho rato, intercambiando parejas, hasta que finalmente nos quedamos dormidos.


Yo desperté y me di cuenta que estaba en un lugar que no era mi recamara, estaba solo y de inmediato recordé la noche anterior y eso me hizo ponerme duro nuevamente. Escuché ruidos y me hice el dormido, sentí como me quitaban la sabana y se sentaban en mi verga… abrí los ojos y descubrí a la bella Sandra que al notar mi erección no desaprovecho la oportunidad de comérsela con su rica conchita. La bellísima Sandra resultó una gran zorra y yo que la quería para novia.


NUESTRO SEGUNDO TRIO.

  Confesion; Anónimo. Fue la pasada noche vieja (31 de diciembre) y esta vez ninguno de los dos teníamos nada pensado, nos reuníamos en mi c...