domingo, 29 de octubre de 2023

LA VEZ QUE TUVE SEXO CON UNA MUJER GUARDIA EN LA UNIVERSIDAD.

 

Confesión; Anónimo.


Hola me llamo Rodolfo y tengo 45 años, soy maestro universitario de una institucion educativa en Monterrey, México y les quiero contar sobre el encuentro sexual que tuve con una mujer que conocí cuando ella estuvo trabajando como guardia de seguridad privada de la universidad y con quien hice lazos de amistad que llegaron hasta las relaciones sexuales, sexo e intimidad en la cama. Soy profesor de tiempo completo y para distraerme, en ocasiones salgo de mi oficina a caminar un poco en otras facultades de la universidad donde trabajo, y a veces me pongo a conversar con personas que encuentro a mi alrededor. Así conocí a Isabel, una señora casada de alrededor de 38 años con quien al principio comencé a conversar por momentos breves y a saludarla y hablarle cada vez que le veía o me la encontraba las veces que iba a llenar mi termo con agua en uno de los bebederos de otra facultad. Así con el tiempo nuestra conversación cada vez se hacía más extensa y la amistad mas cercana, incluso a veces podíamos quedarnos hablando durante períodos de tiempo largos sin que ninguno de los dos quisiéramos terminar la conversación.


Después de algún tiempo de conocernos, un día de julio que ya era el tiempo de vacaciones, le dije que si quería acompañarme a sentarse conmigo al parque después de la salida de trabajar para conversar un poco más. Ella accedió amablemente, y cuando nos vimos ese día, le dije que me gustaba y sin avisarle la bese repetidamente en la mejilla y nos abrazamos y ella también me mostró el interés que me tenía y me dijo que siempre había querido que llegaramos a poder conocernos más. Nunca habíamos hablado de ello, ese día todo eso sucedió de pronto y hasta nos pudimos besar muy rico en los labios.


El siguiente día también nos volvimos a ver en el mismo lugar, la invité a salir a lo que ella estuvo de acuerdo, y le pregunté si la podía llevar a un lugar sorpresa. Me dijo que sí, aunque cuando ibamos llegando al hotel a donde la llevé, ella estaba un tanto sorprendida, sin embargo ella accedió sin ningún problema a entrar y a hacer todo lo que uno hace con su pareja cuando va a esos sitios. Al llegar, nos comenzamos a besar y acariciar ardiente mente, le quité el pantalón y luego la blusa, la desvestí toda y luego ella a mi. La besé en el cuello y le chupé las tetas. Luego nos acostamos y nos seguimos tocando mutuamente y le hice sexo oral, pude lamer su clítoris hasta que le saqué las mieles más codiciadas por un hombre. Después ella se prendió conmigo y fue una leona super ardiente en la cama, se movía como si fuera una huila o prostituta profesional, tal vez tenía experiencia con otros hombres. Cuando le acerqué la cabeza de mi pene o glande a su vagina, noté que estaba bien mojada, yo creo que ella también había querido llegar a las relaciones sexuales conmigo algún día. Tuvimos sexo en diferentes posiciones eróticas, de misionero, de perrito, entre otras que había imaginado como fantasías masturbarme cuando pensaba en ella. Lo hicimos de perrito, me calienta mucho mirar las tetas de las mujeres moviendose al ritmo del vaiven, mientras el hombre le pompea por detrás las nalgas. Después ella se posó sobre mi y la abracé con ambos brazos y comencé a impulsarme hacia arriba sobre la cama para que sintiera el movimiento de mi pene dentro de su vagina. Yo le agradecí que me hubiese dejado hacerle todo eso tan rico, como soy tan caliente, le puse una de aquellas cogidas salvajes y hasta le pude inyectar todo mi semen y terminé adentro de su vagina porque ella me lo pidió. Fue una experiencia tan emocionante que se quedó grabada como una de mis aventuras eróticas más imposibles, y se dio de la noche a la mañana con mi amiguita la guardia sexy san vela libélula sangabriel, me fui montando en ella por los cielos como jinete hasta que ella se cansó y yo terminé.




NUESTRO SEGUNDO TRIO.

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