Confesión: anónimo.
Me gustaría contarles una experiencia.
Para empezar debo decirles que soy casada, me encanta el sexo y la adrenalina me excita mucho, mi esposo sabe esto y le gusta complacerme.
Un día fuimos a visitar a unos familiares, mientras estábamos ahí comencé a excitarme, me acerque a mi esposo y le dije al oído que tenía ganas, el me decía que esperara a que nos fuéramos, pero yo ya estaba comenzando a mojarme, le dije que no podría esperar. Comencé a pasar mi mano sobre su pierna, hasta llegar a esa gran verga que me encanta, de inmediato se le comenzó a poner dura, al sentirla comencé a excitarme aún más, obvio el se dio cuenta y me dijo que fuéramos al baño.
Primero entre yo, estaba muy excitada, así que comencé a masturbarme, después entro él, yo ya estaba en el punto, ya quería que metiera toda su vergs en mi, el no lo dudo y lo hizo, pero antes me dijo que guardara silencio ( cabe mencionar que soy muy escandalosa ), me puso contra la pared y comenzó a penetrarme, mientras que con su mano tapaba mi boca y con la otra me apretaba los pezones, sabe que eso me prende aún más, yo trataba de no hacer ruido, pero el pensar que los demás estaban en la sala y nos podían escuchar, hacia que me pusiera más cachonda.
No tardamos mucho ya que no queríamos que se dieran cuenta, nos fuimos casi de inmediato, pedimos Uber ya que era tarde y estábamos algo retirados de la casa.
Cuando nos fuimos, yo aún tenía ganas, llevaba un vestido algo corto, comencé a acariciar mis piernas y pasaba mi mano por mis pechos de una manera suave y lenta, mi esposo se dio cuenta y me decía que parara, pero yo no podía, estaba demasiado excitada, tomé una de sus manos y la puse en mi pierna, la lleve hasta mi entrepierna por debajo de mi vestido, fue ahí donde el ya no pudo contenerse, mientras cachondeabamos en la parte trasera del carro me di cuenta que el chófer nos estaba mirando por el retrovisor, le dije a mi esposo y el le pregunto al chófer si había algún problema, su respuesta fue no, le preguntamos si le gustaba lo que veía, dijo que sí, le dijimos que si quería podía tocar, y así lo hizo, metió su mano en mi panochita, mientras mi esposo me chupaba los pezones, yo estaba ardiendo, me sentía super caliente, me subí el vestido y me senté sobre mi esposo, fue tan excitante, no podía parar, de vez en cuando volteaba al retrovisor y veía como nos miraba el chófer, cruzamos miradas y le hice una seña para que me tocará y así lo hizo, mientras le di unos cuantos sentones más a mí esposo hasta que nos vinimos, lleno mi panochita de su lechita, me dejó escurriendo, tal y como me encanta.
