lunes, 29 de agosto de 2022

EN GALERÍAS CON EL DESCONOCIDO

 


Confesión; Anónima.


Esto me ocurrió recientemente, el sábado 27 de agosto para ser más precisa, estaba aburrida en casa así que después del desayuno me puse un vestido azul con flores blancas arriba de la rodilla, obvio sin brasier, unas tangas blancas, converse blancas y chaqueta de jean con un bolsito mediano, salí pensando en comprar algunas cosas y relajarme, tengo mucho tiempo que solo me dedico al trabajo, tome el transporte público y como siempre todos amontonados a eso de unos 30 minutos llegue a mi destino el barrio Galerias, entre al centro comercial viendo ropa, no buscaba nada en específico encontré un enterizo azul claro y una camisa blanca que estaba necesitando desde hace rato, primero me probé el enterizo se me veía divino y como no llevaba brasier el escote se me quedaba espectacular, fuera del vestidor estaba viéndome muy contenta en el espejo cuando noté unos ojos que me atravesaban muy insistentes y cuando hice contacto visual con el dueño de esa penetrante mirada me encontré con unos ojos azules divinos, era un señor de unos 50 años muy Bello a decir verdad, le di mi mejor sonrisa y volví al vestidor.


Luego me probé la blusa no salí porque sin brasier se me transparentaba y mis pezones cafés eran muy evidentes, me vestí y salí para pagar y ahí seguía mi espectador mirándome fijamente, me siguió a la caja y me dijo que me quedaba muy lindo el vestido que resaltaba con mi color de piel y era una buena elección, le agradecí y le sonreír muy coqueta así seguimos en la fila para pagar las compras y sin más me dijo que si me dejaba invitar un café a lo que le respondí déjame lo pienso mientras pago.


Al pagar mis compras di las gracias a la cajera y el también terminaba de pagar la suya con la del lado y le dije vamos con mi súper sonrisa el me respondió vamos, puede que me viera muy perrita pero ese hombre tenía un olor delicioso y me encantó como me miraba, al salir del almacén nos pedimos un par de capuchinos y nos sentamos como si nos conociéramos de mucho tiempo, sentados uno frente al otro nos sonreíamos muy coquetos y el desviaba su mirada a mi escote sin brasier, en el aire se sentía esas ganas y el muy lanzado me dice linda vamos a culear? para nada me sorprendió la propuesta y sin pensarlo le respondí vamos.


Rápidamente pago los cafés y me agarro de la mano tomando los paquetes de las compras, nos fuimos al parqueadero y cuando subimos al carro me metió mano y nos dimos un beso muy caliente, que rica me decía mientras le tocaba la chochita súper mojada a estas alturas si habíamos cruzado 5 palabras era mucho pero indudablemente teníamos unas ganas de comernos brutales, rápidamente salió a la vía y fuimos a un motel en Chapinero mientras yo le sobaba la verga sobre el pantalón.


No tardamos mucho en llegar a un motel por la calle 61, entramos a nuestra suite y sin mediar palabra empezamos a devorarnos de una manera que aún me causa calentura; nos íbamos acercando a la cama y quitándonos la ropa mientras me apretaba las nalgas empezó a chuparme los pezones mientras yo le decía así que rico, se sentó al borde de la cama y me senté sobre él con mis piernas a los lados restregándonos, aun no entiendo cómo nos dio tal calentura y en ningún momento sentí ni un grado de temor por el contrario por ser un desconocido me comportaba tan puta y más morbo me causaba esta situación.


Nos fuimos acomodando mejor en la cama y ya el boca arriba le empecé a dar una mamada, esa verga no me decepciono para nada estaba gruesa venosa y con la cabecita rosada me encantó y me la metía profundo hasta la garganta, el desconocido cerraba sus ojos y gruñía delicioso, un par de minutos después me subí sobre él y me metí su verga en la chochita, si preservativo, era increíble cómo me sentía y me movía muy duro sobre este desconocido que me había prendido a este nivel, el me agarraba duro las nalgas y me mordía y jalaba los pezones, eso me encanta y no demoro en llegar mi primer orgasmo, mientras se me contraía la chochita él me decía que rica estas, eres deliciosa, me tienes tan caliente que se me va a explotar la verga y yo seguía gimiendo como la más puta, me temblaban las piernas el me saco la verga y me acostó en la cama y me lamió todos mis juguitos, se sentía tan rico, que me estremezco recordándolo, después de darme un rico oral volvió a meterme duro la verga y me daba fuerte como me gusta y me miraba fijamente a los ojos, yo ya estaba cerca de mi segundo orgasmo y me empezó a besar sentía que lo necesitada, ahogaba mis gemidos con sus besos, el también terminó, me lleno de leche sentí muchos chorros en mi palpitante vagina y ahí estaba con un desconocido encima los dos con la respiración agitada después de semejante polvo.


Todo el tiempo haciendo contacto visual, recuperando el aliento se hizo a mi lado y me dijo cómo te llamas linda? Sonreí y deje escapar una pequeña carcajada diciéndole soy Abril y tú? Soy Alberto, nos continuábamos observando, creo que en cierta medida porque aún no entendíamos cómo nos dejamos llevar así.


Volvimos a besarnos más calmados pero con el mismo gusto, realmente es una atracción muy fuerte, nos acariciábamos y nos abrazábamos fuertemente.


Estuve toda la tarde con este hombre, nos comimos en el jacuzzi y nuevamente en la cama no hablamos mucho solo nos dejamos llevar.


Cuando salimos del motel ya estaba oscureciendo, se ofreció a llevarme a mi casa pero me negué y le dije que mejor me iba en un taxi. Llegue a pensar que no me pediría el número pero cuando me iba a bajar del carro cuando me dio el beso apasionado de despedida me lo pidió y me dijo no te creas que esto no se repite mamacita, yo feliz le di mi número con la promesa de repetirlo.


Apenas han pasado 24 horas y lo que no nos preguntamos en persona lo hemos hecho por WhatsApp, trabajamos muy cerca y planeamos vernos y conocernos más, obviamente seguirnos comiendo, la química con este hombre es increíble.


UN SHOW ESPECIAL PARA MI VECINO

  Confesion; Anonimo. Hola, mi nombre es Victoria tengo 28 años y vivo junto a mi pareja de 31, ambos trabajamos, aunque él es un hombre más...