domingo, 24 de octubre de 2021

MI EX, AMANTE, GRAN AMOR Y QUIZA ALGO MÁS...

 

Confesion; Anonima


Luis fue mi novio a los 16 y el primero en la intimidad, admito que en aquel entonces fue muy lindo, supo como tratarme y hacer de mi primera vez algo maravilloso e inolvidable, nuestra relación duró 3 años en los cuales fuimos sexualmente muy activos, terminamos por cuestiones de la familia que no nos querían juntos, cada quien tomo su rumbo y nunca más supimos el uno del otro hasta 15 años después.

Hace un año me lo tope en un centro comercial,tomamos un helado, compartimos números y ahí empezó todo. 


Él esta divorciado y yo casada desde hace hace 6 años, llevo una relación buena con mi esposo en todo aspecto, pero en la intimidad no somos tan compatibles, no hemos logrado un embarazo y ese es un gran problema, ya que las cosas están tensas con él, pero cuando empecé a hablar con Luis algo cambió, a diario me enviaba mensajes y eso cambiaba mi día por completo, seguía siendo igual de detallista y atento, algo que la verdad a mi esposo no se le da mucho, siempre está muy ocupado por el trabajo. 


El día de mi cumpleaños lo invite a mi fiesta, era la segunda vez que lo veía ya que solo habíamos platicado por redes esos 4 meses intermedios, ese día en la noche hizo mucho frío por lo que mi esposo se ofreció a que lo lleváramos a su casa, sin darnos cuenta (o quizá fue a proposito) dejó su cartera en el carro, al día siguiente me mando mensaje preguntando si de casualidad la había olvidado en la casa, en la tarde la busque y le dije que sí, se había quedado en el auto.

Quedo de pasar a mi casa por ella un día martes y justamente llego, cuando mi esposo se había ido a trabajar. Lo pasé, le ofrecí un café mientras platicamos un rato, cuando se despidió me abrazo fuerte, beso más mi boca que la mejilla, se hizo para atrás pidiendo disculpas, nos quedamos viendo a los ojos y con eso nos dijimos todo, nos besamos con desenfreno, en cuestión de segundos ya estaba sobre la barra con mi bata abierta, los tirantes del blusón a medio brazo, él besando mi cuello, pechos y la mano bajo mi falda, tocando mi sexo.

Rápido volví en sí, le dije que parara, que estaba mal y que me disculpara, él  también pidió disculpas y se retiró. 


Más  tarde ese día me envió mensaje para diaculparse otra vez, le dije que no se preocupara, también yo había cedido. Con el paso de los días hablábamos más y más, yo me emocionaba, sentía esas "Mariposas" en el estomago, como cuando tenía 16. 


Cuando hacía el amor con mi esposo, imaginaba que era Luis e imaginaba como me besaba el cuerpo, de pies a cabeza, me di cuenta que eso me ponía super exitada y aceleraba el tiempo de llegar al orgasmo. 


Cierto día no aguante más y me atrevi a preguntarle si aún deseaba estar conmigo, dio un Sí rotundo como respuesta, solo leer eso hizo que mojara la tanga bajo mi falda, ese mismo día lo cite a las 8 pm en un restaurant no muy lejos de mi casa, cenamos, platicamos de todo un poco y al calor de las copas me volvió a besar, nuevamente cedí, esta vez fue un beso casi mágico, suave y lleno de ternura, aun así me puso al máximo,  deseaba volver a ser tocada de la manera que solo él sabía.

Salimos y fuimos directo a mi casa, aprovechando que mi marido estaba de viaje, en cuanto bajamos del auto me tomo por atrás de la cintura, besaba mi nuca y oreja, subimos hasta la habitación, me volteó, beso mi boca, mientras me quitaba el vestido, quedé solo en ropa interior frente a él, se me quedó viéndo y dijo que seguía igual de hermosa que aquella noche que me hizo suya por primera vez, me tomó nuevamente, me recostó en la cama boca arriba, empezó a besar mis mejillas, mis orejas, cuello, pecho, vientre, piernas y pies, una y otra vez de arriba a abajo, lo hacia suave, sentir su respiración y el rose de su piel hacia erizar la mía, gemía ligeramente, me pidió que me diera la vuelta e hizo lo mismo con mi nuca, espalda, nalgas y muslos. Era una sensación exquisita, lo disfrutaba bastante.

Lentamente quito mi tanga y desabrocho mi sostén, me di la vuelta, me dio un beso apasionado, mientras le quitaba la playera y pantalón, sentí su pene rozar entre mis piernas, era riquísimo, ya deseaba ser penetrada, estaba escurriendo y mi pulso agitado, bajo hasta mi vagina y lentamente empezó a masajear mi clitoris con su lengua, yo apretaba y mordía fuerte las almohadas, aun así gemi fuerte, sus movimientos cada vez se intensificaban más y yo llegue al punto de gritar como loca, lo tomaba fuerte del cabello y movía mis caderas para sentir aún más placer, sentí como introducía un dedo en mi conchita y aumento el placer, en dos movimiento vino mi primer orgasmo, grite como nunca, se sentó a la orilla de la cama y me pidió que me hincara frente a él, me tomó por las mejillas y me acerco a su pene erecto y grueso, yo obedecí y con mi lengua empecé masajeando la cabeza, poco a poco la fui introduciendo, hasta que tocó lo más profundo de mi garganta, él me tomó por el cabello y empezó a mover sus caderas, yo sentía ahogarme, pero no quería


que parara, así estuvimos por unos minutos, después me pidio ponerme en cuatro, con su cabeza jugueteaba en mi entrada y clitoris, de un momento a otro me la dejó ir sin previo aviso, grite, se quedó quieto un momento, mientras besaba mi espalda y masajeaba mis pechos, poco a poco empezaron las embestidas, lo hacía suave y después rápido, intercalando así las sensaciones y la intensidad, me tomaba por la cadera y de vez en vez me soltaba una nalgada, lo cual me hacía estremecer más, yo le pedía que no parara:

-Así papi, que rico lo haces, no pares...

Le decía una y otra vez, me pidió ponerme boca arriba, coloco una almohada bajo mi cadera y así con mis nalgas bien elevadas y mis piernas bien abiertas, la introdujo de nuevo, sentía como su verga tocaba mi pared interna y supe de inmediato que era el punto G, pues cada vez que rosaba, sentía la sensación de querer orinar y mis piernas flaquear, primero le pedí que lo hiciera lento, mientras me acoplaba a la nueva sensación, una vez así me cogía bien duro, sentía sus huevos chocar en mis nalgas y rosar mi ano, no tardo mucho en llegar mi segundo orgasmo y mis piernas temblaban, reposamos un momento, pero seguía deseosa de él, obviamente había cambiado y aprendido mucho más en él ámbito íntimo, empecé a masajear su falo y rápido se puso erecto, baje a mamarsela, veía como lo gozaba, sus ojos casi estaban en blanco, me pidió que lo montara y así lo hice, moviendo mis caderas como a él  tanto le gustaba en la adolescencia:

-Sigue siendo magnífico tu meneo mamita, estás riquísima, cogeme más preciosa. Dijo. 


Yo acelere un poco y después me daba pequeños sentones, me incline para que chupara mis pezones, me abraza fuerte por la cintura y en un vaivén sincronizado, nos chorreamos los dos al mismo tiempo.

Fuimos a ducharnos y estando en la regadera, se coloco atrás mio, abrió paso entre mis nalgas y sentí su lengua rosar mi ano, lo hacía lento y en ocasiones la introducía un poco, yo gemía y le pedía que me diera más, sin darme cuenta ya me tenía bien ensartada con dos de sus dedos, me pidió darme por el culo y yo super exitada dije que sí, se ensalivo la verga, levantó una de mis piernas, la coloco en la entrada de mi culito y poco a poco fue introduciendo, fue fácil pues ya estaba más que preparada con la mamada que me dio.

Me cogia bien duro, me tomaba con una mano del cabello y la otra en mi cintura, yo estaba recargada en la pared y bien empinada, estaba gozando como en años no lo hacía, me hizo recordar todas las locuras que hicimos cuando jóvenes, buscando nidito de amor y con cada cosa que recordaba se elevaba mi excitación. 


Me dijo que estaba a punto de venirse, yo reaccione, me di la vuelta, me hinque y pedí me los echará en la cara y pechos.

Nos enjuagamos y dormimos juntos.

En la mañana siguiente lo repetimos y hasta hoy día después de 7 meses, cada que hay oportunidad lo hacemos bien rico, sigue siendo magnífico que hace 15 años. 

La verdad siempre estuve satisfecha en la intimidad con él y jamás encontré a nadie que lo igualara.

Ahora hay un problema, me di cuenta que siempre y aún estoy enamorada de él y él de mí, me pide terminar mi matrimonio y ser felices como antes lo fuimos y estaba decidida a hacerlo, pero hay otro secreto más que confesar.

Estoy en embarazo de 2 meses, nadie lo sabe y no se de quien es, si de Luis o mi marido, aunque lo dudo, pues lo intentamos por 4 años y no hubo resultados, pero tampoco quiero apresurarme y tomar una mala decisión.

Ustedes que harían? 


PD: Mi marido es seguidor de esta página y justo por eso he decidido confesarlo aquí.

UN SHOW ESPECIAL PARA MI VECINO

  Confesion; Anonimo. Hola, mi nombre es Victoria tengo 28 años y vivo junto a mi pareja de 31, ambos trabajamos, aunque él es un hombre más...