jueves, 29 de septiembre de 2022

SOY UNA CHICA RANDOM

 


Confesión;Anónima.


Soy una madre joven soltera de 21, tengo un pequeño bb de 3 meses. Me case muy joven ya que desde pequeña siempre fui voluptuosa, cachonda e incorregible, si es que me entienden.


Una noche, ya para llegar a mi casa, note a mi bb inquieto y decidi darle pecho por lo que me acomode en una banca. 😂❤️


En eso estaba cuando se cercan dos jóvenes y se sentaron cerca de mi y me miraban descaradamente como le daba de comer a mi bb.


De pronto uno de ellos me dijo que si le convidaba del otro pecho que estaba desocupado. Por supuesto que me negué rotundamente y les pedí que se fueran o llamaría a la policía.


Ellos se disculparon y trataron de calmarme, ofreciéndome dinero para que no hiciera mayor escandalo.


Me dijeron que si aceptaba el dinero los dejara chupar del pecho.


Para ese entonces ya mi bebe me empezaba a excitar de tan ricos chupeones que me daba, ademas notaba yo como se les formaba un enorme bulto a los dos chicos debajo de los pantalones. Ademas ya con el dinero en la mano, pues no me fue dificil aceptar.


Asi que un chico se acomodo a mi lado, descubriéndome el otro seno y empezó a chuparlo.


Ufff entre mi bb y el chico me estaban poniendo cachonda.


debo confesar, que si me quieren calentar, con acariciarme los pezones es mas que suficiente, y ahora, cos estos dos chupándomelos, pues…


El otro chico estaba de pie cerca de nosotros observando y no tardo en darse cuenta de como me estaba yo poniendo.


Asi que se acerco un poco mas y me empezó a acariciar entre las piernas. Yo llevaba una faldita corta y no le costo mucho acariciarme los muslos, mucho menos cuando yo casi involuntariamente separe un poco las piernas para facilitarle el trabajo.


Para eso el bb ya se había quedado dormido y lo coloque en la carriola. El otro chico aprovecho para sentarse del otro lado y también empezó a chuparme el otro pezón y acariciándome entre las piernas cada vez mas atrevidamente.


Yo ya empezaba a calentarme cada vez mas y mas, asi que les pedí a los chicos que me acompañaran a la casa para acostar al bebe, a lo cual accedieron de muy buena gana.


Llegamos a la casa, acosté al bebe y me senté en medio del sofá invitando a los chicos que continuaran el trabajo.


Después de unos minutos de estarme chuparme los pezones y de meterme mano en lugares íntimos, yo instintivamente coloque ambas manos con las palmas abiertas entre la entrepierna de cada uno de ellos y les empecé a acariciar los muslos primero, luego ya estaban mis manos encima de sus bultos, que bajo el pantalón luchaban por salirse de lo excitados que estaban.


Uno de ellos no aguanto mas, se levanto, se bajo los pantalones, se saco la verga, y me la ofreció en la boca.


A mi ya no me importaba nada en ese momento, asi que se la empecé a chupar metiéndomela en la boca y succionándole la cabeza que ya empezaba a escurrir sus jugos.


Mas tarde, el chico se sentó en el sofá y me indico que me levantara para seguir chupándosela en esa posición, para lo que yo me tuve que arrodillar sobre el sofá poniéndome en cuatro, ofreciéndole las nalgas al otro chico, que ni tardo ni perezoso, me bajo las pantaletas y me empezó a chupar el sexo, que ya para entonces estaba mas que mojado, escurriendo sus jugos que resbalaban ya por mis muslos.


Unos minutos después, el chico dejo de chuparme entre las piernas, se bajo los pantalones, se saco la verga y me la metió por atrás, de tal manera que yo no pude evitar exclamar un gemido de satisfacción, de deseo, de lujuria y abrí mas las piernas y levante el culo para que me pudiera coger a sus anchas.


Me dio tal cogida que yo ya estaba a punto de turron cuando senti que se venia tremendamente dentro de mi llenándome de leche hirviendo.


Me saco la verga ya satisfecha y entonces le toco el turno al otro chico, asi que me sente sobre su verga, de frente a el y yo misma me la ensarte hasta el fondo, lanzando suspiros y gemidos de placer.


Me empecé a mover como loca abrazada a el, besándola con deseo reprimido, con lujuria, con placer, mientras el me acariciaba las nalgas metiéndome los dedos por el culo.


Asi unos momentos, no aguante mas, me levante, me puse en cuatro y le ofrecí el culo, que ya estaba ansioso por recibir la verga de ese chico que me había dado una dedada riquísima, pero ahora ya era momento se sentir es verga dentro de mi.


El chico me ensartó la verga y me la metió hasta el fondo del culo, entonces me empecé a mover como loca, y, entre jadeos, suspiros y gemidos, me vine en múltiples orgasmos, casi al mismo tiempo, el chico derramo chorros de leche hirviendo dentro me mi haciéndome estremecer de placer.


Terminado el asunto, los chicos me agradecieron y se marcharon satisfechos.


Yo también agradecí habérmelos encontrado, ya que en verdad ya me hacia falta una buena revolcada como esa..


Quedamos encontrarnos en el mismo parque la próxima semana..


MI SUEGRO ME INVITO A SALIR.

 


Confesión; Anónima.


Hace tiempo termine con mi novio, pero siempre lleve muy buena relación con sus papas, especialmente con mi suegro. Asi que para nada fue extraño que un día que me lo encuentro, me haya invitado a salir. Realmente habíamos llevado una buena relación y a mi siempre me había agradado su compañía, como suegro claro.


Charlamos y tomamos unas bebidas en un barcito conocido, yo llevaba un escote discreto pero muy coqueto, asi que el de cuando en cuando se echaba un taquito de ojo. Claro que yo me di cuenta pero no me molesto en absoluto. 😁😂


Mas tarde nos fuimos de ahí y el se ofreció a llevarme a mi cas, a lo cual yo accedí de muy buena gana.


Durante el trayecto, me iba mirando discretamente las piernas, yo llevaba una mini y asi sentada se me miraban las piernas y un poco la tanga, yo no hacia nada por cubrirme ya que le tenia mucha confianza y no veía nada malo en eso, especialmente con unas copas encima y ya un poco mareada.


No solo eso, sino que sin querer, de vez en vez, con el movimiento del auto, abría las piernas un poco mas de lo debido, pero claro, sin malicia alguna, por lo menos eso es lo que yo pensaba en ese momento.


Al llegar a mi casa, le agradecí y se acerco a darme un beso en la mejilla a modo de despedida, pero si querer queriendo, puso una mano sobre mis muslos descubiertos.


Eso no me sorprendió ni lo tome a mal, lo que si me sorprendió fue que, al sentir su mano, instintivamente abrí las piernas, si, pendeja, en lugar de cerrarlas, asi que el se tomo unos segundos mas para acariciarme a su gusto, antes de quitar la mano.


Me dijo que le encantaría volver a verme, y me pidió una cita para otro día, yo le dije que si, que con mucho gusto.


Salimos otro día, y nuevamente al despedirse de mi, al momento de besarme la mejilla, volvió a poner la mano entre mis piernas y yo otra vez las volví a abrir en lugar de cerrarlas, pero esta vez me beso el cuello al momento de meterme mano y notar como mi sexo estaba todo húmedo.


Me toco solo por unos instantes, pero fueron suficientes para que yo llevara mi mano y la pusiera entre sus piernas, sintiendo de inmediato su enorme bulto, sin querer, apreté mis dedos sobre su pene, fue algo instintivo. En seguida retire la mano y me despedí saliendo apurada del auto.


Las salidas se fueron haciendo mas frecuentes y las despedidas tardaban cada vez mas, cada vez me tocaba las piernas mas y mas atrevidamente y yo cada vez las abría cada vez mas descaradamente.


Ahora era normal que yo le acariciara el pene en lo que el se despedía besándome cachondamente en el cuello, todo eso me agradaba mucho, mucho, en verdad.


Esa vez, fui mas allá de lo prudente, como pude le baje el cierre del pantalón y el enseguida el se saco el pene, para que yo se lo acariciara sin nada que se interpusiera. Sentí como se le paraba y se le ponía duro mas y mas. Yo disfrutaba de eso y mas como se sentía su verga toda parada entre mi mano, toda caliente, y escurriendo un liquido erótico. Mientras el me tocaba descaradamente el sexo, y se daba cuenta de lo mojada que me ponía. Hubo un momento en que casi sin pensarlo, me recosté sobre el y le empecé a chupar la verga.


Note como se le paraba mas y mas y se le ponía mas y mas dura, yo me sentía orgullosa de provocarle esa excitación, asi estuvimos unos momentos hasta que se vino tremendamente dentro de mi boca, llenándola toda de chorros de leche hirviendo, Me trague todos sus jugos, le limpie la verga con la lengua y sin decir palabra me aleje rápidamente, me baje del auto y me dirigí hacia mi casa. Pude notar como una sombra corría las cortinas de la ventana y se alejaba. Al entrar, vi a mi padrastro sentado en el sofá, disimulando que veía la tele, me acerque a saludarlo y pude notar como tenia la verga parada,. en ese momento me di cuenta que nos había estado observando y eso le había provocado gran excitación que difícilmente podía disimular.


Como te fue amor? me pregunto disimulando desinterés,. Bien papito, le dije, acercándome hacia el para saludarlo con un beso en la mejilla, me arrodille en el sofá y al inclinarme hacia el, puse disimuladamente una mano sobre su pene. Ya lo tenia bien parado, yo muy divertida por la situación, le pregunte coqueta, esta viendo porno papito? No no, bb, como crees? me dijo todo nervioso y avergonzado.


escuche ruidos y me asome a la ventana y sin querer vi como te despedías de tu novio, me dijo desvergonzadamente sin disimular, claro, el pensó que se trataba de mi novio.


Yo sonreía divertida, todavía muy excitada por esa despedida tan candente que le había dado a mi suegro.


Me viste? le pregunte un poco preocupada, que viste papito? le pregunte acercándome a el, abrazándolo   cariñosamente sin quitar la mano de entre sus piernas, sintiendo como le crecía el bulto.


No no amor, no vi nada, solo que no imagine que asi te despedías, eso es todo, dijo nervioso.


Te molesta eso papito?, Te molesta lo que viste?


No no amor, al contrario, me gustaría me asi te despidieras de mi cuando te retiras a tu habitación a dormir.


De veras papito, te gustaría eso? le pregunte casi casi insinuándome de manera entre ingenua y un tanto picara, mas bien descarada.


Si bb me dijo, eso me gustaría mucho.


No terminaba de hablar y yo ya le había bajado el cierre, metí la mano entre el pantalón, saque su enorme verga y sin previo aviso, ya estaba chupándosela muy rico.


Por toda la situación el ya estaba demasiado excitado, asi que no tardo mucho y se vino a chorros llenándome la boca con su semen hirviendo. Igual que con mi suegro, me lo trague todo, le limpie la verga con la lengua y me fui rápidamente a mi habitación no sin antes plantarle tremendo beso cachondo en plena boca.


Pasaron los días, en una ocasión, mi suegro me pidió llevarme a un hotel antes de dejarme en mi casa, eso no me pareció una muy buena idea, ya que manosearse en la calle dentro del auto era mucho mas cachondo por el temor que alguien nos vaya a ver, y yo pensaba que en el hotel ya no seria tan cachondo, tan prohibido.


Claro, que a mi me provocaba que mi padrastro nos observaba, eso me ponía de lo mas cachonda, pero eso no se lo dije a mi suegro, claro.


Asi que cuando llegamos a mi casa, luego de chuparle la verga a mi suegro, como era costumbre, esta vez me detuve antes de que el se viniera, me levante del asiento, me quite las pantaletas y le ofrecí el culo, el rápidamente se bajo del auto, dio la vuelta, me puso en cuatro sobre el asiento y me dio la verguiza de su vida, y de la mía también, por supuesto, .en cuanto se vino, me limpie rápidamente, me despedí y me metí rápido a la casa, no sin antes notar como aquella sombra corría las cortinas de la sala y se escabullía dentro de la casa.


Entre a la sala y vi asombrada como mi padrastro tenia los pantalones abajo y se manoseaba la verga libidinosamente.


Yo, sin decir palabra, solo me alce la falda, ya que todavía traía los calzones en la mano, me senté sobre el de frente y sin decir previo aviso, me ensarte su norme verga y lo empecé a cabalgar con furia, con lujuria, con deseo prohibido, no es fácil cogerse a tu suegro y a tu padrastro, mucho menos a los dos, y muchísimo menos en el mismo día.


Como disfrute su verga ese día, me di un gusto tremendo, en ese momento comprendí que, sin saberlo, lo deseaba íntimamente, pero ese día lo descubrí y lo disfrute. Lo cabalgue como una verdadera puta, le di la cogida de su vida, si, porque yo me lo cogí a el, claro que el también lo deseaba como a nada mas en la vida, asi que lo disfrutamos tremendamente hasta que nos venimos tremendamente y caí recostada sobre su pecho, jadeante y exhausta y..satisfecha, muy satisfecha.


miércoles, 28 de septiembre de 2022

MI EMPLEO EN LA GRANJA.

 

Confesión Anónima.


Le había pedido a mi padrastro que me ayudara a conseguir empleo y ese mismo viernes me llevo a una granja de un amigo de él.


El granjero era muy amable, muy educado, un hombre grande, alto, fuerte. luego descubriría lo demás. Le dio gusto que me animara a hacer el trabajo ya que el necesitaba un poco de ayuda. Yo le di gracias a el por haberme dado el empleo. 💕😊


Me llevo a la caballeriza y me pidió que bañara a un hermoso corcel, a lo cual accedí de muy buena gana.


Yo no iba preparada para eso, llevaba unos jeans ajustados y una blusa escotada con botones al frente, pero ni modo, no iba yo a quejarme en mi primer dia de trabajo, asi que tome los implementos necesarios que me ofreció el granjero y procedí a bañar al corcel.


Asi estaba yo un buen rato cuando le toco el turno de limpieza enla panza, entre las patas.


Después de un rato que le estaba tallando, vi como se le empezaba a parar su pene al caballo, al principio no le di importancia, pero unos momentos después ya su enorme verga estaba super bien parada. Me sorprendió ver el enorme tamaño de la hermosa verga del corcel, digo, la verga del hermoso corcel..


Me fije que no hubiera nadie en los alrededores y empecé a lavarle la verga al corcel, sentí como se le ponía cada vez mas y mas dura a medida que se la acariciaba.


Yo misma me sorprendí al ver que yo me estaba excitando, sentía una pequeña humedad entre las piernas, asi que se la seguí acariciando cada vez con mas y mas gusto.


El corcel emitía pequeños relinchos y resoplidos en señal de que le estaba gustando mi trabajo, y eso que apenas era mi primer día.


Me desabroche la blusa y que zafe el sostén y empecé a acariciarme los pezones con su verga, uffff que placer se sentía, y yo cada vez mas húmeda..


no aguante mucho y tomándole con las dos manos su hermosa y enorme verga se la empecé a lamer., el corcel seguía emitiendo sus relinchitos de gusto.


Que buena mamada le estaba dando al corcel, yo estaba cada vez mas mojada de lo super excitada que ya me había puesto..


No lo pensé demasiado y en unos cuantos segundos ya me había despojado de los jeans y casi sin darme cuenta ya me estaba frotando esa enorme verga entre las piernas, llenandole la cabeza con mis jugos. Si chupársela se sentía muy rico, aquello no tenia precio, yo me frotaba mas y mas y el corcel trataba de metérmela, ya que hacia esos clásicos movimientos de cuando quieres penetrar a tu hembra, es decir , a su yegua.


Me acerque un poco mas hacia el y me metí su verga un poco. Que placer, que enorme cabeza, como lo estaba disfrutando, no me aguante mas, y dándole la espalda me puse en cuatro y me empecé a coger yo sola empujando el culo hacia atrás y moviéndome como verdadera puta, que placer..


Asi estuvimos un rato hasta que ninguno de los dos aguantamos mas y nos venimos casi al mismo tiempo, llenándome el culo de tremendos chorros de leche hirviendo haciendo que yo también me eyaculara.


Eso fue maravilloso, ningún hombre me había provocado tanta excitación y tan enorme placer, como ese hermoso corcel.


Procedí a limpiarle la verga con la boca, bebiéndome sus jugos que me supieron a gloria.


Termine de bañarlo, me limpie como pude y me vestí. Luego fui en busca del granjero para avisarle que ya había terminado mi trabajo, mirándolo con una gran sonrisa de satisfacción que no pude disimular.


Terminaste amor, me dijo con una picara sonrisa. 


Si señor le respondí de una manera muy educada.


Bien, te gusto? dijo mirándome de una manera extraña. Si señor, respondí un tanto desconcertada.


Que bien me da gusto, por que ahora tienes que bañarme a mi, tengo una dolencia en la espalda que no me permite moverme y mucho menos agacharme. y empezó a desvestirse delante de mi ante mi mirada incrédula y llena de asombro, apenas podía asimilar aquello que me estaba diciendo.


Yo iba a protestar cuando se baja el pantalón y los calzones y deja al descubierto tremenda verga que me hizo recordar a el hermoso corcel. Trague saliva y toda colorada, apenas pude pronunciar un si claro, sintiendo entre las piernas como me empezaba a mojar nuevamente.


Apretando el labio con los dientes, me acerque a el y lo ayude a entrar a la regadera. Tome los implementos que me dio y ampece a lavarle la espalda, luego el pecho, luego los brazos, luego me arrodille a lavarle las piernas, luego, luego,…luego me quede paralizada al ver frente a mis ojos, justo junto a mi cara, una hermosa, tremenda, grande, gruesa y cabezona verga como jamás había visto en mi vida, bueno, después de la del hermoso corcel.


Al verme toda apendejada, llena de estupor, el buen hombre me dijo, vi como te gusto lavar al caballo, ahora quiero que a mi me laves igual que lo hiciste con el, dijo socarronamente.


Como? me había visto? dios mío, pensé, trágame tierra, nunca hubiera imaginado que alguien me hubiera visto. Entonces, y mi padrastro? me habrá visto también? no mames, me va a matar, dios mío ayúdame, pensé toda preocupada, en verdad.


Para entonces ya le estaba lavando la verga al amable granjero y vi como se le paraba mas y mas y se le iba poniendo mas y mas dura, uffff, que hermoso ejemplar, pensé, sintiéndome mas y mas mojada entre las piernas. Me di cuenta como me crecían los pezones y se me ponían duros duros, de excitación.


El hombre aquel se dio cuenta y me empezó acariciar cachondamente los senos.y los pezones y sonriendo burlonamente me dijo, te esta gustando verdad?


Si, respondí de prisa y sin pensar, colorada, y tartamudeando, quise corregir y le dije, no no, como cree?


Esta bien dijo, no te preocupes, nadie se va a enterar, continua, lo haces bien bb.


Para entonces, casi sin darme cuenta, como hipnotizada, le estaba acariciando los enormes huevos y el tronco.


Su verga apuntaba erguida directamente a mis ojos y pude observar como le empezabana salir unas pequeñas gotas de lubricante de la punta de la cabeza.


Disimuladamente las tomes con las llemas de los dedos y tratando de que no me viera me la los lleve a la boca, dios mío, que delicia, sus jugos sabían delicioso.


El por supuesto que se dio cuenta, y tomándome la cara entre las manos acerco su enorme verga y me la puso en la boca, adelante dijo, haz lo tuyo.


Yo no espere que me lo dijera dos veces y procedí a chuparle la enorme verga, que delicia, pensé.


Sentí como le crecía mas y mas dentro de mi boca y se le ponía, dura, muy dura, mas y mas dura.


Estaba disfrutando como nunca de ese trabajo cuando, de repente, aquel hombre me levanta diciendo ven.


Yo obedecí, me llevo a la cama, se acostó de espaldas, me atrajo hacia el y me sento sobre ese enorme ejemplar, maravilloso.


Suspirando le agarre el tronco y me empecé a frotar el sexo con su enorme cabeza, sintiendo como la mojaba con mis jugos que no dejaban de escurrirme por la excitación.


Solo fueron unos momentos, no pude mas y abriendo mas las piernas me senté sobre el clavándome toda su enorme verga haciéndome lanzar un suspiro profundo e involuntario ante tan tremendo placer que me provocaba sentir tan tremenda verga dentro de mi.


Asi estuve un buen rato cabalgando sobre aquel granjero, hasta que me detuvo, se levanto, me volteo de espaldas hacia el, me puso en cuatro, yo automáticamente, levante las nalgas, abrí mas las piernas y le ofrecí el culo como toda una verdadera puta.


El acepto gustoso el regalo y sin mas preámbulos, se ensalivo los dedos, me los metió en el culo lubricándolo adecuadamente, y luego, me metió la enorme cabeza, yo me empecé a mover cachondamente, logrando con cada movimiento que se me fuera metiendo la verga mas y mas, cada vez mas produndo, hasta que senti como toparon sus enormes huevos contra mis nalgas, y entonces si, me empecé a mover como loca, como puta, como la real hembra que era,


Asi estuvimos un rato hasta que aquel hombre se estremeció, me apreto contra el, empujo fuertemente toda la verga hasta el fondo y se vino de una manera tremenda, llenándome toda de chorros de leche hirviendo, provocando un gran placer, eso me hizo explotar a mi también y me vine eyaculando tremendamente de una manera espectacular, como no recuerdo haberlo hecho antes.


Ese es un relato de mi primer día de trabajo, ceo que lo voy a conservar por mucho tiempo.


Ahora quiero ir a contarle a mi padrastro como me fue.


Sinceramente, deseo que el también me haya visto en aquel establo.


Si te gusto mi historia puedes deja comentarios para mas historias.


ESPIE A MI CUÑADA EN EL BAÑO.

 

Confesión; Anónima 


El relato transcurre unos meses antes de la pandemia aproximadamente septiembre del 2019, a mi cuñada (hermana de mi mujer) se le venció el contrato de alquiler y no le renovaban en donde estaba y ella es muy quisquillosa con el departamento si no era como ella quería no se podía mudar.


Mi cuñada es muy linda pelo lacio castaño flaquita tetas normales culo lindo.


Hacia varios meses que estaba buscando dpto y en septiembre se le terminaba el contrato, mi esposa me venía diciendo que si no me molestaba que se quedara en casa si no encontraba departamento a tiempo y yo le decía que no había problema.😁😘


Hasta ese momento nunca pensé en mi cuñada más q como en la hermana de mi esposa; pero un día de esos antes de septiembre por algo del trabajo tuve que abrir la compu de mi mujer ella no estaba y había un video de ellas hablando por skype que me provocó curiosidad así que seguí viéndolo.


Mi cuñada estaba con una musculosa negra sin corpiño y esa fue la primera vez que empecé a pensar en ella mas que como mi cuñada sino con ojos sexuales.


Me quede viendo el video esperando que en algún momento le mostrara una teta o la cola a mi esposa a modo de mira me salió un grano nuevo o algo así, obviamente eso no pasó, entonces empecé a pensar seriamente en la manera de verla desnuda una vez que se mudara a casa.


Barajando opciones empecé a ver que una de las mejores sería comprar una cámara espía wifi, de alguna manera esconderla en el baño y grabarla, así que me puse a buscar opciones, me interiorice en el mundo de las cámaras ip wifi. Compre una y la instale dentro de una latita de desodorante.


Ella se mudó en septiembre y ahí empezó la parte más interesante de este relato.


El primer día que la espié puse la cámara todavía me acuerdo cuando ella dijo – me voy a bañar aproveche para ir yo primero le dije “me bancas q voy al baño”, “si obvio” me contesto, puse la cámara dentro del armario lo deje abierto, y salí, es un armario de dos puertas cuando abrís una se cierra la otra y viceversa.


Yo me fui a la pieza, ese día mi esposa dormía con mi cuñada, y y procedí a tirarme a la cama con el modo wifi viendo desde el celular, ella entra al baño me estaba por agarrar un ataque al corazón con lo rápido q latía se saca el top queda en corpiño y en ese momento abre el armario del otro lado de donde estaba la cámara y cierra la puerta, me quería morir no pude ver más nada.


El segundo día a la mañana me levanto pongo la cámara en el lavamanos, mi esposa se había ido a trabajar yo entraba más tarde.


Mi cuñada se levanta, baja a desayunar desayunamos juntos y cuando termina de desayunar me dice “cuñado me voy a bañar” yo ya había puesto la cámara esta vez sobre el lavamanos y así fue como por primera vez vi a mi cuñada entra al baño, deja el tohallon colgado al costado de la bañera, abre la cortina del baño deja salir el agua y se empieza a sacar la ropa.


El corazón volvió a latirme a mil, se saca primero el swetter después un pantalón de jogging que tenía puesto, después el top queda en corpiño hasta ahí había llegado la noche anterior pero esa mañana se saco el corpiño y vi esos pezones rojos puntiagudos más hermosos de lo que me los hubiera imaginado y por último la tanguita.


Mientras veía el video en vivo me masturbaba y cuando quedó completamente desnuda no pude evitar acabar no podía creer estar viendo a mi cuñada desnuda fue una experiencia única que se extendió por 3 meses.


En esos 3 meses logre grabarla un montón de veces, nunca pude verla masturbándose pero si desnuda completamente culo tetas y concha, mirándose al espejo posando mirándose el culo tocándose las tetas con eso me alcanzo y sobro.


Es hasta el día de hoy que no puedo dejar de pajearme con esos videos. El morbo que me provoca saber que esa que estoy viendo desnuda es mi cuñada no les puedo explicar lo que me calienta.


A alguno de los lectores le paso lo mismo de espiar a una familiar y calentarse?, yo confieso q no tengo deseos de acostarme con ella ni tener relaciones sexuales, solo verla desnuda, y me re calienta mal, bueno esta es la primera vez que confieso esto espero haberlos calentado.

lunes, 26 de septiembre de 2022

MI AMANTE CIBERAMANTE Y YO

 

Confesión; Anónima.


Este relato es algo muy especial ya que es una conversación con mi ciberamante. Si eres mujer casada y te gusta lo que lees puedes dejar tu comentario mas hot.


Aca les dejo una bella relación.


Hola José Luis, como estás amor?, mira te cuento, hoy mi día fue de lo mejor, todo sobre ruedas y el trabajo sin complicaciones, así que estoy feliz, ahora voy a ir a buscar a la nena al colegio y ya regreso a casa, te estoy escribiendo desde el auto, paré un rato para hacer tiempo hasta la salida de Martita, así que aprovecho para decirte que anoche me has cogido como nadie, fue hermoso!!!!


Esa verga tuya entrando dentro mío es terrible!… duele pero al final hasta he tenido un orgasmo mientras me la dabas por el culo, eso nunca me había pasado. Recordando la cogida que me diste anoche, me imagino ahora otros encuentros contigo, por ejemplo que pase esto….


Me quité la falda y luego el top, quedándome solo en tanga.


Justo cuando me iba a quitar el tanga escuché cómo abrías la puerta.


¿Qué pasa papito? – pregunté – ¿Necesitas algo amor?

Estabas serio, mirándome de arriba a abajo. No contestabas.


¿José Luis, ha llegado mi marido?

No entendía porqué me mirabas fijamente y no me decías nada. Tardaste poco en darme una explicación, ya que te giraste, echaste el pestillo a la puerta y te acercaste hasta mí. Con un movimiento rápido y fuerte le pegaste un tirón a la bombacha que tenía puesta y me dejaste desnuda. Me agarraste de las muñecas con fuerza, y con una mano me dabas chirlos a mis tetas, haciéndolas balancear para un lado y para el otro, fueron unos tres o cuatro chirlos bien dados, tan bien que me hiciste gritar.


Vos y mi marido son muy distintos, a Juan Carlos le gusta complacer a las mujeres y para él lo principal era el placer de su pareja. Vos solo pensás en tu pija, en correrte y hasta la vista. Descubrí que eso me calienta mucho, siento que vos sos mi dueño, mi hombre, mi macho, el que puede pegarme o cogerme cuando quiera.


Me empujaste contra la pared, sin hablar ni una sola palabra, y comenzaste a comerme el cuello. Me lo mordías, besabas y lamías, y yo gemía intensamente. Me calentaba mucho la situación, tu José Luis siempre has sabido ponerme cachonda, y que me sienta como tu puta también. Subiste y comenzaste a besarme.


Me comías la boca como un animal

No eras cariñoso, lo hacías a propósito para que me sintiera una cualquiera, simplemente estabas caliente y querías deshacerte de la tensión acumulada. Te mordí el labio suavemente y soltaste un gruñido indicándome que te gustaba. Yo no daba más de calentura, rodeé tu cintura con mis piernas mientras me tenías contra la pared metiéndome tu lengua hasta la garganta.


Me agarraste del culo y me levantaste en el aire hasta que me sentaste sobre la piedra fría del lavabo. Seguías comiéndome la boca y el cuello, y ahora que tus manos estaban libres me amasabas las tetas como si fuesen de gelatina.


Escuché cómo te desabrochaste el pantalón, bajando la cremallera de la bragueta, y segundos después noté el calor de tu pija buscando la entrada de mi concha. No hizo falta mucho, y cuando la encontraste embestiste rápidamente, metiéndome tu verga hasta el fondo de mi vagina.


Solté un grito que apagaste con tu lengua en mi boca. Chupaba tu lengua y jugabas con la mía, sin cerrar los labios, un beso desaforado y lleno de saliva, mientras que tus embestidas me penetraban con violencia, con esa violencia que una puta como yo necesitaba en ese momento.


Tus embestidas eran a las que estaba acostumbrada, eran embestidas fortísimas de macho caliente, yo necesitaba esa clase de polvo, porque era lo único que podría liberarme totalmente. Tu necesitabas correrte, volver a tus instintos primarios, para quedarte a gusto y luego volver a tu casa con la verga babeada por mis babas y mis jugos, y encontrarte con la mujer de tu amigo para volver a coger, así de caliente eres.


Me incliné hacia atrás, y lo aprovechaste para comerme las tetas. Tus embestidas animales me arrancaban gemidos potentes, y la manera en la que me mordías los pezones solo hacía añadirle leña al fuego. Yo estaba en el cielo, estaba muy caliente, y tu lo sabías y lo notabas. Empezaste a embestir más rápido y más fuerte, era uno de los polvos más fogosos y simplemente carnales que había tenido, nada de sentimientos involucrados, solo dos personas usándose la una a la otra. Un hombre que necesitaba correrse y una mujer que estaba dispuesta a ser usada sin ningún otro fin.


Me mordiste un pezón y noté que llegaba al orgasmo, justo cuando sentí que tu verga comenzaba a salir de mi concha. En ese momento se me vino a la cabeza la cogida de anoche y algo en mí hizo que enrollase mis piernas sobre su cintura y no dejase que se apartara. Quería que te corrieras dentro de mí para sentir tu leche dentro mío.


-Que buena puta que eres Laura -hablaste por primera vez desde que entraste al baño, pero te ibas a correr y tenías demasiada poca fuerza como para separar mis piernas.


Un gruñido me avisó, y poco después noté su leche caliente golpeando las paredes de mi concha. Me estabas rellenando, y yo en ese momento llegué al orgasmo, arañándote el cuello y los hombros. Fue intenso, y me dejó extasiada.


Cuando terminamos, rápidamente sacaste tu verga de mi interior y sentimos golpes a la puerta del baño, era mi marido


Laura!…. has visto a José Luis?

No amor! Debe haber ido a comprar cerveza!

Ah! bien, lo esperaré en el patio trasero, cuando vuelva le dices que me busque

Si mi cielo, cuando lo vea te lo mando!.

Este es uno de tres relatos morbosos que escribire.


viernes, 23 de septiembre de 2022

COGIENDO A MI SUEGRA NORMA.

 

Confesión; Anónima.


Me llamo David tengo 31 años, mi suegra norma 54 y hace 3 años que tenemos una relación paralela todo comenzó cuando falleció mi suegro, tal vez para acompañarla, se sentía muy sola y con Patricia mi mujer la llevamos a vivir con nosotros, mi señora es única hija .


Al principio todo era normal osea hoy también es normal,vlo que quiero contarles es como empezó nuestra relación con norma.


Los días pasaban en su luto como toda persona que perdió a su media naranja ,la encontraba llorando por su perdida,estaba bajoneada y era lo más normal del mundo, yo llegaba antes del laburo y pasaba muchas horas con ella,mi mujer volvía tarde por su negocio.


Una tarde al llegar a casa se ve que no me escucho cuando llegue norma .al entrar veo la televisión encendida, no dije nada y me diriji a mi habitación para cambiarme y desde la habitación de norma escucho como quejidos, pensé que estaba llorando así que pase de largo.


Pero al hacer unos pasos escucho que norma me llama, al abrir la puerta mis ojos no podían creer lo que veían, allí estaba norma tirada en la cama totalmente desnuda y tocandose su hermosa concha, sus tetas al aire, su boca lamiéndose los labios, en cuestión de pocos segundos mi pija creció.


Me acerque a ella y Norma me tocaba la pija por encima del corto que traía, así parado al costado de su cama norma saco mi pija y comenzó a chuparla como poseída, su boca estaba jugosa, mis manos apretaban sus tetas, norma metía mi pija en su boca y mis manos se peleaban por tocarla toda.


Mi suegra me regaló una excelente chupada de dónde jugó y saboreo mi semen ,me sentía caliente por la situación ninguno dijo nada ,solo disfrutamos de ese bello momento.


Norma volvió a chuparmela y allí si me dijo¡ David nesecito que me cojas ,se que sos el marido de mi hija, pero nesecito que me cojas, hace meses que falleció mi marido y necesito pija!.


Sin mediar palabra alguna la di vuelta y con todo su culo en pompa busque con mi pija su conchita, la cual penetre con todo, con fuerza, con ansias, mi pija entraba y salía de norma sacándole gemidos de placer.


No podía creer que me estuviera cogiendo a la mamá de mi mujer, no me importó nada solo me la cogía y con ganas, volví acabar y esta ves lo hice en sus nalgas blancas, me permití mirarle su ano y es hermoso.


Norma se levantó y salió para el baño, me quedé unos minutos pensando en lo que había pasado y la verdad es que no me importó, norma se acercó y me dijo¡ Perdóname es que necesitaba coger, tu suegro me cogía seguido y hace meses que..!


No la deje terminar de hablar y le conteste¡ Norma a partir de ahora yo te voy a coger todas las veces que quieras, mientras tu hija no se entere, todo va a estar bien! Norma se acercó me dió un beso y dijo que jamás de parte de ella se va a enterar Patricia, me volvió a dar un beso


CREO QUE ESTOY ENBARAZADA DEL AMIGO DE MI ESPOSO.

 

Confesión; Anónima.


He estado teniendo una “relación” con un amigo de mi esposo por ya mas de un año. No es algo serio ni que suceda todo el tiempo, a veces pasan meses entre nuestros encuentros, quizás por eso lo he dejado pasar por mas tiempo del que debería pues no siento que es algo por lo que nos puedan descubrir y ponga en peligro nuestros matrimonios. El también es casado.


Las compañías para las que ambos trabajamos aveces se cruzan y nos encontramos en eventos o reuniones, un dia el me invito un trago despues de la reunion y bueno tengo que admitir que la atracción siempre existió entre los dos.❤️😒


Esa noche el me beso, yo me deje, lamentablemente ya teníamos un trago encima ambos y bueno el empezo a agarrarme las piernas y el trasero. Acepte irme a un hotel con el. Esa noche fue nuestra primera vez.


El siempre me dice que le gusta el sexo conmigo mucho mas que con su propia esposa, y puedo entenderlo pues su esposa es un poco gordita mientras que yo siempre me he cuidado y tengo unas buenas piernas y un buen cuerpo.


Mucho tiene que ver el ego de mujer y lo admito

Desde la primera vez que estuvimos juntos el siempre ha sido un buen amante y debido a eso es que yo he dejado que los encuentros sigan sucediendo, tengo que admitir que en la cama el me ha hecho sentir cosas que ni siquiera mi esposo me ha hecho sentir.


He hecho cosas mas sucias con el que con mi esposo en la cama y me han gustado hacerlas.


Cuando hemos estado juntos yo siempre le he recordado que se ponga condon pues yo deje de tomar pastillas hace unos años atrás. Sin embargo en el medio del sexo aveces el me pide que le de sexo oral o hacemos otras cositas por las que el se saca el condon y aveces no tenemos otro para volver a reponerlo.


Cuando eso sucede yo siempre le digo que se venga afuera pero bueno tengo que admitir tambien que en el medio del encuentro, del placer, de los gritos y todo lo demás, yo tambien me descuido y bueno aveces errores ocurren y el se ha venido adentro de mi. No voy a negar que se siente rico cuando el ha hecho eso.


Por supuesto que yo no me quiero embarazar por el asi que cuando eso sucede yo me controlo mi periodo y en realidad felizmente nunca antes ha sucedido nada.


Bueno lamentablemente de esta ultima vez que fue hace dos meses y que otra vez el se tuvo que quitar el condon, ya voy a estar tarde en mi periodo cerca de 4 semanas. Yo soy irregular pero la verdad es ya bastante tiempo. Simplemente me muero de miedo de hacerme el test de embarazo y que salga positivo.


No tengo la menor idea que es lo que me atrevería a hacer, tengo terror de un aborto pero por supuesto el es un hombre casado y yo tome todas las consecuencias de tener sexo con el.


Solo encontre esta pagina buscando experiencias similares y decidí compartirlo, ni yo misma se que es lo que puede pasar


miércoles, 21 de septiembre de 2022

COMO LA COGE RICO.

 


Confesión; Anónima.


Llevábamos días dedicados a nuestras actividades cotidianas, hogar y trabajo. Pasaba el tiempo y las aventuras sexuales parecía que habían quedado atrás. Aunque, de surgir el deseo, arreglar una cita no había sido inconveniente, el tiempo iba pasando y concentrábamos nuestra atención en otras prioridades. Y, dada es rutina, no habíamos conversado ni habíamos contemplado volver a las andanzas.


Un día, sin embargo, el diablo tocó a mi puerta. Wilson, el corneador habitual, me contactó por whatsapp. Patrón, me dijo, porque tan perdidos. Tengo ganas de verlos nuevamente. Hola, Wilson, contesté. La verdad, hemos estado tan ocupados en otras cosas, que no hemos considerado siquiera la posibilidad. Tengo la herramienta que se estalla, patrón, volvió a insistir, y solo espero su orden para ver si le hacemos un mantenimiento a la patrona… ¿Le parece? En ese instante volvieron a mi mente recuerdos de encuentros pasados y cómo mi esposa había disfrutado a placer de aquel hombre, pero, en las actuales circunstancias, yo la veía muy desinteresada del asunto.


Pues, respondí, no hemos conversado del tema y no quisiera yo forzar situaciones. Además, usted, sabe, finalmente es ella quien dispone si hay n no tal posibilidad. Dependemos de que esté dispuesta y con ganas. Y, siendo sinceros, hoy, por ejemplo, no la veo con esa disposición. Y ¿qué propone? Preguntó él. Yo hago lo que ustedes me digan. Es que no se imagina usted las ganas que tengo de volver a estar con su señora. Esa manifestación de intención, así, tan franca y espontánea, me excitó. ¿Por qué no? Me cuestioné a mí mismo. Déjeme ver y yo le toco el tema ella, a ver qué me dice, pero no prometo nada. Usted ya sabe cómo es ella.


Sí, yo lo sé. Ella se hace de rogar, pero una vez que da su consentimiento se entrega como ella solo sabe hacerlo. Y por eso quiero volver a pegarle una probadita. ¿No se molesta por decirle eso? Para nada, respondí. Con solo hablar de esto ya se me despertó la calentura y estoy imaginándome cómo volver su deseo una realidad. El asunto, Wilson, es que tenemos que hacer que la iniciativa salga de ella. Si acaso percibe que es por darnos satisfacción, o por complacernos, cualquier cosa que pretendamos hacer no va a funcionar. Sí, yo lo sé, contestó. Pero, hagamos algo. Okey, respondí. Déjeme ver qué me invento.


Por esos días habíamos hablado con ella sobre qué nos motivaba a experimentar sexualmente fuera del matrimonio y, en el caso de mi esposa, estaba claro que había varias razones en su catálogo de justificaciones. El experimentar placer físico estaba a la cabeza de sus justificaciones. Ella no tenía dudas en que la posibilidad de un buen orgasmo era más que suficiente para procurar decir sí al hombre adecuado. Además, reconocía abiertamente que un hombre atractivo era el elemento básico a la hora de despertar su interés por liberar esa energía sexual y estar con él. Eso ya lo había vivido yo y no era tema de discusión.


También se consideraba como el estado de excitación influía para que ella se mostrara o no dispuesta para aventurarse sexualmente con una pareja diferente a su marido. Y recordaba yo como el tamaño y dureza del miembro de Wilson había sido decisivo a la hora de decidirse a la cama con él en la primera cita. Pero también era evidente sus ganas de demostrar su capacidad de seducción, sintiéndose de esa manera segura y bien consigo misma, lo cual tenía que ver con la galantería y piropos que despertaba en los hombres cuando interactuaba con ellos.


Era un hecho, en el caso de mi esposa, que le llaman poderosamente la atención los hombres inteligentes, varoniles, decididos, de buena conversación y finos modales, estimulándose y excitándose de manera adecuada a través del proceso de seducción que viene involucrado cuando los machos están decididos a llevar a la cama a una mujer. Wilson, sin embargo, era un tipo bueno para tener sexo, y nada más. Si mi mujer no tenia ganas de echarse una despabilada sexual, poco interés despertaría el que yo le propusiera un encuentro con él. Si no era de su interés, ¿A cuenta de qué? preguntaría ella.


Estaba claro para mí que los quehaceres de la vida cotidiana pueden bombardear nuestro deseo sexual, la reunión que nos tiene preocupados, el compaginar la vida laboral con la vida personal, estar desempleado o el asumir responsabilidades de terceros como propias pueden hacer que esa energía y deseo disminuya. Pero, ¿cuándo, entonces, se podría volver a la normalidad y despertar esa chispa para que surgiera espontáneamente la intención y el deseo por la aventura?


La propuesta de Wilson me tenía cabezón de tanto pensar. No quería ser directo con mi esposa y hacerle ver que era más una cosa mía que de ella, pero no sabía cómo proceder. Y, en ese transcurrir de ideas, se me ocurrió propiciar un encuentro espontáneo y casual con el corneador. En teoría, nada “premeditado”. La película, obviamente, tenía que ser sugerente, excitante y despertar la energía sexual. En la cinemateca, algo cultural, estaban proyectando una serie de cine erótico. La película en cartelera para esa semana era “Belle de Jour” con Catherine Deneuve. La propuesta, pensaba yo, no tenía nada de raro y, como estábamos sumergidos en temas de sexología pro aquello días, como parte de nuestros estudios de psicología, aquello caía como anillo al dedo.


El tema era hacer coincidir a Wilson en escena para que un potencial encuentro surgiera de manera espontánea y casual. Al principio no sabía cómo hacer, peo poco a poco las cosas parecieron ir encajando. Hola, Wilson, le escribí en el whatapp. Me tiene que ayudar si quiere que la cosa funcione y pueda utilizar su herramienta. Lo que usted mande, patrón, contestó. Vamos a asistir a una película. Saldremos del cine a eso de las 7:30 pm. Mi idea es ir a comer sobre el restaurante que queda sobre la carrera séptima entre calles 22 y 23. Espero acomodarme al lado de los ventanales para tener vista a la calle.


¿Y cuál es el plan? Preguntó él. Pues que, más o menos a las 8 pm, usted se ubique en el paradero de bus que queda allí y, haciéndose el desentendido, mire hacia los ventanales y nos ubique, nos reconozca y se sorprenda de habernos visto. Yo, pretendiendo hacer lo mismo, lo saludaré y le haré señas para que venga y nos acompañe. Y después, vaya a saber qué va a pasar. Eso sí, necesito que vista elegante, vaya bien arreglado y perfumado. Y ¿por qué patrón? Me pregunta este joven. Pues para impresionar gratamente a la dama y que desee su compañía. Pero otras veces no ha habido necesidad de eso, me replicó. Bueno, pero esta vez sí, repuse enérgico.


Ah… Y otra cosa. Procure no insinuar nada sobre lo sexual cuando estemos conversando. Haláguela, como siempre, pero no vaya a forzar las cosas. Mejor dicho, dije, mientras más calladito, mejor. Deje que ella dirija y controle la conversación, que pregunte, sugiera y disponga, si es que se le despiertan las ganas de estar con usted. Espero que el tema de la película le despierte la calentura y, si así es, veo alguna posibilidad. Pero si no, nada que hacer. Comemos algo, charlamos y nos vamos. ¿Le parece? No, contestó él, yo creo que la convenzo. Déjeme a mí. Sí, respondí, yo sé de qué manera la convence, pero tenga en cuenta que supuestamente andamos en otro asunto y ella no va dispuesta a eso, a menos que se provoque. Sea delicado, considerado, muéstrese respetuoso y deje que ella vaya definiendo lo que quiere.


Acordamos que estuviera pendiente de su “whatsapp” para irle informándole de nuestros movimientos, de manera que él se pudiera ir ajustando sus desplazamientos. El sábado, tan pronto salimos de nuestra casa le escribí: “Vamos en camino”. A ver cómo nos va. En respuesta me envió una fotografía de él y su indumentaria. ¿Así está bien, patrón? Sí, le respondí. La verdad se había esmerado en arreglarse. Vestía de chaqueta y zapatos color tabaco, pantalón beige claro y camisa color rosada. Lucía bien. Bueno, le respondí con una foto de mi esposa, tomada discretamente, fíjese cómo está vestida, para que la identifique y la reconozca. Esta muy linda, respondió. Como siempre, repliqué…


Más tarde le escribí de nuevo. Ya estamos en el cine. Dentro de poco inicia la película. Calculo hora y media para estar saliendo. ¿Dónde va a estar? Yo trabajo cerca, estoy de turno, pero ya estoy saliendo. Me da tiempo para llegar allá cuando usted me diga. Son apenas cuatro cuadras. Espero aquí hasta que me cuente que ya están en “Palos de Leña”, que así se llamaba el restaurante. Bueno, dije, son más o menos cuatro cuadras desde el teatro hasta ese lugar. Yo le voy contando. Pendiente pues…


Al salir de la película le dije a mi esposa que aprovecháramos que estábamos por ahí y comiéramos algo antes de regresar a casa. Y, sin mostrar mucho ánimo, estuvo de acuerdo. Nos fuimos caminando, aprovechando para distraernos viendo la gente caminar, las vitrinas de los almacenes y la actividad del sector, que es bastante concurrido. Al llegar, volví a escribir. Ya estamos aquí. Póngase en marcha. Voy, fue su respuesta.


Como lo había contemplado, nos acomodamos en una mesa, al lado de las ventanas que daban a la calle, de modo que teníamos una visión completa del exterior, especialmente del paradero del bus, que era el sitio donde mi cómplice de aventura debía llegar. Mientras pedíamos la comida, de reojo yo miraba hacia afuera, atento a la llegada de él. Pero fue ella quien lo vio primero. ¡Oye! me dijo, ¿aquel no es Wilson? ¿Quién? Pregunté haciéndome el despistado. Allí, en el paradero. Parece ¿no? Repuse. Sí es él, dije, está muy elegante. De pronto va para algún evento, comenté.


Wilson hacía muy bien su papel. Miraba hacia la calle, como si estuviera esperando el transporte, miraba su reloj y caminaba de un lado a otro. De pronto miró hacia el restaurante y fue inevitable que nuestras miradas se cruzaran. Mi esposa, agitó su mano para saludarlo desde donde estábamos. Y él, haciendo un ademán de sorpresa, devolvió el gesto. Fui yo, entonces, quien le hizo señas para que se acercara y mi esposa no se opuso, ni hizo comentario alguno al respecto. Así que el hombre entró al restaurante y llegó a nuestra mesa. Vaya, vaya, comentó cuando llegó, ¡que sorpresa! Si no es así, de pronto no nos volvemos a ver, dijo mirando a mi mujer. Sí, respondió ella, hace rato que no nos veíamos. Es verdad.


Bueno, ¿tiene algún compromiso? Pregunté yo. No, respondió. Entonces, si tiene tiempo, insistí, siéntese y nos acompaña un rato. Sí, dijo. Salía del trabajo e iba para la casa y no tengo nada qué hacer, así que dispongo de tiempo. No hay problema. Nosotros vamos a comer y ya pedimos algo. ¿Nos acompaña? Bueno, respondió. Pida lo que quiera, entonces, y nos entretenemos en eso. Está bien, dijo, y procedió a ordenar.


¿Y que los trajo por aquí? Yo le conté que nos había llamado la atención ver una película que proyectaban en la cinemateca. ¿Y que tal estuvo? Preguntó. Y fue ahí cuando mi esposa tomó la batuta para responder y entablar la conversación. Ella hizo un resumen de la trama de la película y sus impresiones. Mencionó que era una cinta bastante erótica. Interesante, comentó nuestro recién invitado. ¿Conoces este sector? Pregunto mi mujer. Más o menos, respondió él. ¿Por qué? Simple curiosidad. ¿Qué hay para hacer por aquí? Continuó ella. Bueno, dijo él, hay sitios para ir a escuchar música, tomar cerveza, bailaderos, discotecas y reservados. Usted sabe que, al lado de los rumbeaderos, siempre hay moteles disponibles. Podríamos ir a escuchar música un ratico, dijo ella, mirándome a mí. Pues, dije, si tienes ánimos, ¡vamos!


Al rato, después de terminar nuestra cena y pagar la cuenta, nos dispusimos a salir a algún lado en plan de ir a escuchar música, según mi mujer. Hay un sitio muy bueno cerca de aquí, comentó Wilson, donde se escucha toda clase de música. Eso sí, advirtió, es como oscurito, a media luz, pero eso es lo que hace el ambiente. Bueno, dijo mi mujer, vamos y conocemos. Así que emprendimos la caminata hacia el lugar. Y allá llegamos. Aron calle 13 se llamaba. No era nada espectacular, pero tampoco era un antro. Estaba bien. Nos acomodamos, pedimos unos cocteles y nos quedamos charlando, con la excusa de escuchar música.


La música se escuchaba bien y había un buen ambiente en el lugar, que disponía de una pequeña pista de baile y, de manera inevitable, después de haber bebido unos dos o tres cocteles, nuestro amigo, quizá ansioso en hacerle la vuelta a mi mujer, la invitó a bailar. Ella no lo rechazó. Por el contrario, se mostró muy entusiasmada con el ofrecimiento y bastante animada salió a bailar con él. Sonaba música bailable, de manera que aquellos, mi mujer y su parejo, salieron a azotar baldosa, como se dice en mi país, con mucha energía.


Tanta energía estaban derrochando que, después de tres o cuatro tandas, regresaron a la mesa agitados y sudorosos. Mi esposa, cosa rara, no mas sentarse, apuró la bebida que encontró a la mano, sin reparar en qué clase de trago era. Yo había pedido ron blanco y sus acompañamientos, de modo que eso fue lo que llegó a beber. Ella estaba, por decirlo de algún modo, estimulada con el ambiente y con el parejo, pero nada de eso se había previsto. Todo surgía en el momento y dependía de todos lo que fuera a suceder; de ella, principalmente, de su parejo, haciendo de todo para excitarla y de mí, para colaborar con mi consentimiento para que la aventura continuara.


Voy un momentico al baño, dijo ella, y, tomando su cartera se levantó a buscar su ubicación. El señalo en una dirección y le dijo, los baños que dan por allá. Y nos quedamos ambos viendo cómo ella avanzaba hasta llegar a su destino. Patrón, yo ya estoy que me como a su mujer, me dijo. ¿Le parece si le propongo? Ella ya se dio cuenta cómo está mi herramienta. No, respondí. Esperemos que ella sea quien lo proponga. Por lo visto esta bien motivada y no dudo, incluso, que cuando regrese nos diga que vayamos a otro sitio. Pero si no es así, y salen a bailar otra vez, trátela con cariño, acaricie sus senos con delicadeza y esperemos a ver qué pasa. Si quiere que esto continúe, tiene que ir con calma. Bueno, patrón, me respondió.


Ella llego renovada, peinada y maquillada. Se sentó nuevamente y, pasados unos segundos, le dijo a nuestro invitado, tienes ganas de bailar otro ratico. Claro que sí, respondió él y, levantándose, la tomó de la mano y se dirigieron hacia la pista de baile. El hombre me guiñó el ojo cuando se alejaban. ¡Yo veré! le dije. Tranquilo, no lo voy a defraudar, me contestó. Y segundos después ya estaban bailando de nuevo, alborotados a cuál más, pues la música bailable, merengue, daba para eso. Y allí estuvieron entretenidos casi una hora más. Llegué a pensar, incluso, que la situación no iba a pasar de ahí. Y, paciente, esperé.


Cuando regresaron de nuevo, se acomodaron en la mesa. Esta buena la música ¿no? Apuntó mi mujer. Si, respondió él. ¿Quiere seguir bailando? No, dijo ella. Ya es algo tarde, apuntó, mirándome. Y, acercándose a mi oído, en voz baja, me preguntó ¿te molesta si estoy un rato con él? No, contesté moviendo mi cabeza de lado a lado. Wilson estaba atento y cuando nuestras miradas se cruzaron, le guiñe el ojo. Ella, entonces, tomó la iniciativa y pregunto ¿tienes algo que hacer? No, respondió, como les había dicho antes, no tengo nada programado. ¿Te gustaría que estuviéramos juntos un ratico? ¡Cómo no! Respondió él. ¿Conoces algún lugar por aquí donde podamos estar? Si, dijo, pero nos toca caminar unas cuadras.


Emprendimos el camino. De seguro había más gente en el mismo plan, porque todo el trayecto estuvimos acompañados por varias parejas que, al parecer, iban en la misma dirección que nosotros. Mi esposa y su parejo, de gancho, al parecer estaban conversando animadamente. Yo, detrás de ellos, solo podía ver cómo aquel atrevido le acariciaba con descaro los pompis a mu mujer, sin recato alguno y a la vista de todos. Ella, inmutable, parecía no darle importancia. Y, ciertamente, cuando llegamos al lugar, vi mucha congestión. Va a estar difícil la cosa, comenté. Tranquilo, yo conozco a la dueña, apuntó él. Déjeme ver qué consigo. Y se adentró dentro del edificio.


Está muy agitado esto, le comenté a mi esposa. Si se complica, pues nos vamos a un hotel y pagamos la noche. ¡Qué más! Esperemos, dijo ella. Al poco rato, asomado en la puerta de la edificación, el hombre nos hizo señas para que nos acercáramos. Patrón, me dijo en voz baja, solo estaba disponible la suite. ¿Algún problema? No, para nada, contesté. Bueno, le dijo a mi mujer, ¿subimos? Vamos, respondió ella. Y empezamos a subir las escaleras, acompañados por otras parejas que, conforme íbamos ascendiendo, se distribuían en los diferentes pisos.


Cuando llegamos a la habitación, él se dirigió hacia el baño diciendo, denme unos segundos y me alisto. Nosotros nos quedamos afuera, esperando. Mi mujer acomodó su bolso en una silla y se quitó la chaqueta. Yo, encendí el televisor, dejándolo sin sonido, solo con las imágenes de una película porno que estaban exhibiendo en los canales de sexo que normalmente tiene ahí. Y seleccioné música suave en una de las emisoras que sintonicé en el equipo de sonido, preparando el escenario. Momentos después la puerta del baño se abrió y Wilson salió desnudo. ¿Qué pasó? Preguntó. Pensé que ambos teníamos ganas. Sí, dijo mi mujer, pero vamos despacio… Bueno, dijo él, yo espero. Y se sentó en un sillón.


Mi mujer se fue para donde él estaba. Se puso de rodillas frente a él y dirigió su boca directamente a su pene, que ya estaba tieso y erguido. Y, como muchas veces lo había visto, empezó a chupar ese miembro con esmero, como si su sabor le deleitara. Sus manos, por otra parte, no dejaban de masajear el tronco de aquella deliciosa verga. Hace rato que quería hacer esto ¿verdad? Pregunto él, pero no tuvo respuesta porque ella estaba engullendo su pene hasta lo profundo de la garganta y se excitaba con el tamaño y dureza que le generaban a aquel sus atenciones.


Oye, decía él, esa herramienta ya está a mil. Mi esposa, entonces, decidió levantarse y, frente a él, se quitó sus bragas, nada más. Y procedió a sentarse sobre ese inmenso pene, descargando el peso de su cuerpo sobre él hasta quedar totalmente penetrada. Sus manos se apoyaban en los hombros de aquel y así, apoyados sus pies en el piso, empezó a mover su cuerpo a voluntad, arriba y abajo, adelante y atrás, moviendo su cadera en círculos, concentrada totalmente en experimentar cuanta sensación le pudieran generar aquellas maniobras. Wilson le decía, de verdad, veo que esto le estaba haciendo falta, pero ella no respondía. Cerrados sus ojos, solo las congestiones de su cuerpo daban indicio de la excitación del momento.


El hombre, sentado como estaba, solo presenciaba en silencio las maniobras de mi mujer. Y mañas se dio para retirarle la blusa y el brasier, teniendo acceso para acariciar y masajear insistentemente sus senos mientras ella se entretenía cabalgando a placer sobre su verga. Poco a poco, ella misma, sin ninguna maniobra por parte de aquel, empezó a gruñir, a emitir sonidos y a lanzar sonoros e intempestivos gemidos. Hasta que, pasado el tiempo, pareció alcanzar el máximo de sensaciones y, emitiendo un sonoro ¡que rico!, se dejó caer sobre el pecho de aquel.


Wilson no pronunció palabra. Y esperó pacientemente a que ella se repusiera del esfuerzo. Casi que, adormilada, permaneció ahí, recostada sobre él, tal vez unos 30 minutos. Y, quizá un tanto incómoda en la posición en que estaba, se fue incorporando de a poco. Se levantó y se dirigió a la cama, donde se recostó boca abajo para seguir dormitando un poco más. Su macho llegó hasta allí y, considerado, solo se limitó a acariciar sus piernas y sus nalgas. Y así pasó, otra media hora. Mientras, el hombre se puso a charlar conmigo. Patrón, me dijo, se ve que ella tenía ganas reprimidas, porque se la metió toda. Vamos a ver si más luego le damos otra manita.


Y ese más luego finalmente llegó. Ella, abrió sus ojos y, al vernos, dijo: parece que me cogió el sueño. Pierda cuidado, dijo Wilson. La estamos esperando, manifestó, poniendo una de las manos de ella en su miembro. Mi mujer, entonces, como por reflejo, empezó a masajearlo de nuevo. Y nuestro hombre, animándose, empezó a acariciar todo su cuerpo y, ahora sí, a despojarla de la única prenda que la vestía aparte de sus zapatos y medias; la falda. Quedó ella casi que totalmente desnuda. Ya su miembro empezaba a tomar forma de nuevo. Bueno, dijo, ahora me toca a mí. ¿Puedo? En respuesta, ella solo se limitó a colocarse de espaldas y abrir sus piernas.


Y, entonces, como tantas otras veces, el muchacho se acomodó entre sus piernas, acomodando su verga a la entrada de la vagina de mi somnolienta y ansiosa mujer. Esta vez, sin embargo, procuró que la penetración fuera lenta, delicada y pausada. Lo hizo sin afanes. Mientras lo hacía, tendido sobre ella, besaba sus pechos, hombros y cuello, con una sutileza enorme, como si ella fuera de porcelana. Poquito a poquito empezó a mover su cuerpo sobre el de ella, a la par que le decía que hacía tiempo que deseaba ese momento y quizá muchas otras cosas, porque ella empezó a responder a los movimientos masculinos.


Cada embestida del macho era respondida por ella. Estaban sintonizados; golpe va, golpe viene. Cómo la coge de rico era lo que yo pensaba viéndolos retozar tan armonizados. Wilson había seguido los consejos y ella estaba totalmente entregada a él y la experiencia de sentir su verga haciendo maravillas dentro de su sexo. Él se esmeraba por dejar que el tiempo pasara para ver cómo iba reaccionando su hembra, que ya, para ese momento, estaba que gozaba de lo lindo y quería sentirse todavía más llena por el hombre que la cubría con su cuerpo.


Y creo que, después de tantos minutos penetrándola suavemente, él, finalmente decidió que era su momento y empezó a penetrarla con más vigor. El rostro de ella se contorsionó, no sé si de dolor por que sus penetraciones iban muy profundas, o porque definitivamente aquellas embestidas la estaban haciendo tocar el cielo. Sus piernas rodeaban el torso masculino con fuerza, igual que sus manos se aferraban a las nalgas del macho, sugiriendo que siguieran en la faena y continuara así hasta el final. Y a fe que lo hizo, porque la cabalgo como quiso hasta que ella, resollando de placer, estiro sus brazos por encima de la cabeza y dejó que las sensaciones la inundaran.


Me gusta observar cuando llega ese momento, porque ella, literalmente, se descompone, pierde las formas y se desata toda una serie de gestos y movimientos, descontrolados y desconocidos para mí. Me gusta esa disposición de puta entregada a su macho que, sin importar lo adecuado, expresa abiertamente lo que está sintiendo. Y debería estar sintiéndose muy, pero muy bien, porque le suplicaba a su corneador que no parara, que la estaba pasando super y que no quería que aquello parara. Las sábanas debajo de sus nalgas pronto se humedecieron, profusamente. El tipo había conseguido que ella se viniera con todo.


Descansaron un rato. Ella, entre encantada y totalmente excitada, pareciera que quería aún más. Qué incansable es ella llegué a pensar, por una parte. O qué tan reprimida ha estado que está aprovechando hasta la más mínima opción. Me dieron ganas de salir de aquella habitación para reclutar los hombres deseosos de culearse a mi mujer. Pero solo fue un pensamiento. Nuestro hombre, por supuesto, no quería perder la oportunidad y esperó a que ella volviera a recuperar fuerzas, no sin antes preguntar. ¿Quieres que lo hagamos otra vez? Sí, fue la respuesta de mi esposa. Vaya, qué tragona está hoy la dama.


Esta vez, Wilson, sin preguntas ni formas elegantes, le pidió que se volteara. Te quiero culear por detrás ¿me dejas? Sí, dijo ella, sin reparo. El me miró, me hizo señas para que me acercara y, al hacerlo, me dijo: Patrón, ¿tiene una botellita de aceite? Quiero quebrarle el culo a su mujer. Me tomó por sorpresa el requerimiento, pero sí, tenía una botellita de aceite lubricante, que el vació en sus nalgas, masajeando con sus dedos no solo su ano sino también su vagina. Ese aceite se sentía calientico me confesaría ella después. Y, después de varias maniobras con sus dedos, el hombre apunto su miembro recto al culo de mi mujer. Al principio ella pareció resistirse, pero, tan excitada estaría, pronto se fue relajando, permitiendo que el miembro de aquel fuera dentro de su cuidado orificio.


No creía lo que estaba viendo. Era la primera vez que ella lo permitía y, contrario a lo que yo pensaba, parecía no sufrir ningún apuro en que así fuera. Nuestro hombre la taladró insistentemente, sacándole sonoros gemidos. Ella tenía su cara totalmente roja, congestionada, y mantenía sus nalgas erguidas, dispuestas a seguir sintiendo esa inundación de placer dentro de su cuerpo. El siguió un rato más y, de repente, retirándose, dijo, ya está bueno por ahí. Voy de nuevo por donde a usted le gusta.


Ella se volteó de inmediato y abrió generosa sus piernas para recibirle. El no perdió el tiempo y la montó de inmediato. Su miembro fue dentro de ella fácilmente, porque su vagina ya estaba expandida, lubricada y bien dispuesta para tenerle dentro una vez más. Wilson empezó a atacarla con mucho ritmo y vigor. El, a mi entender, ya estaba tratando de procurarse su propio placer, de manera que la taladraba desde diferentes ángulos, buscando ver su reacción, que bien pronto fue evidente. Ella gesticulaba, movía sus piernas arriba y abajo, y colocaba sus brazos como si la estuvieran sacrificando. Y no precisamente, aquel se la estaba culeando a su antojo y ella, también para mi gusto, lo disfrutaba.


La faena terminó cuando vi al macho presionar su cuerpo contra el de mi mujer y quedar se inmóvil un rato, descargando todo su semen dentro de ella. Mi esposa seguía empujando su cuerpo contra el de él y agitando sus piernas. Wilson se retiró y vi como el sexo de mi mujer palpitaba. Todavía disfrutaba de placenteras sensaciones aun cuando el macho ya se había retirado. Ambos, él y yo, contemplábamos como ella seguía contorsionando su cuerpo hasta que, con el paso de los segundos, la intensidad disminuyó quedando tendida sobre la cama, agotada.


Pasado el tiempo no se dijo más. Los eventos de aquella noche, inesperados, cumplieron el propósito. Nuevamente vi como la inmensa verga de aquel macho penetraba el cuerpo de mi excitada mujer. Tengo claro que, si él aparece, ella no va a negarse la oportunidad de experimentar las placenteras sensaciones que Wilson le proporciona. Nos despedimos. Quedamos de vernos nuevamente, no lo dudo. No sé cuándo, pero de seguro él, como me lo dijo, cuando salió, la volverá a coronar.


LA CONTADORA MADURA PERO MUY CALIENTE.

 


Confesión; Anónima.



Me tocó hacer mi servicio social en una tienda del Seguro Social. La contadora encargada era una mujer que a pesar de tener unos 55 años se veía muy bien conservada. Delgada, alta, de pechos pequeños, las zapatillas que usaba le ayudaban a levantar sus nalgas que aunque pequeñas, se notaban firmes. Usaba maquillaje discreto, pero pintaba sus labios con un labial rojo muy intenso, tenía unos ojos hermosos de color miel los cuales cubría con unos lentes que la hacían ver muy interesante. Vestía siempre con vestidos sin mucho escote, largos, abajo de la rodilla y un poco holgados. Muy guapa, se llamaba Nicolasa, todos le decíamos la contadora Nico.


Yo hacía mi trabajo en su oficina, le ayudaba con el almacén. Aunque me atraía su personalidad yo la respetaba, me conformaba sólo con mirarla. Hasta que un día me conquistó con su lencería. Ella recogía algo del piso mientras me daba la espalda, se inclinó sin flexionar las rodillas, el vestido se le subió y pude apreciar la orilla de sus medias sujetadas por un liguero, me excitó mucho esa imagen, cuando ella se levantó volteó a ver mi reacción, yo me hice el disimulado, pero ya se me había metido en la cabeza la idea de tener algo con la contadora.


Se lo conté a mi novia Yesica y aunque no le pareció muy buena la idea de coger a una señora mayor, me dio permiso de intentar algo con ella. En ese tiempo Yesica todavía no se había cogido al maestro Mario, por eso no le agradaba la idea de coger con personas mayores.


Ya con el permiso de mi novia empecé a hacerle más plática a la contadora, cosas de nuestra vida personal y familiar, de la escuela y del trabajo. Y en poco tiempo hicimos confianza, comenzamos a hablar de cosas personales. Todos los días le decía lo guapa que se veía, ella se sonrojaba y me agradecía los cumplidos. Comencé a provocar roces entre nuestros cuerpos, a ella no parecía molestarle, aunque no le acercaba mi verga, pensando en no molestarla. Hasta que un día por alguna razón que no recuerdo, llegué tarde a mi servicio y al entrar a su oficina me llevé una gran sorpresa. Recargada sobre su escritorio estaba la contadora Nico y tras ella, un hombre gordo la estaba penetrando. El hombre se separó de ella y me gritó que si no sabía tocar la puerta antes de entrar, yo cerré la puerta casi al instante y me fui al almacén, hasta como una hora después que regresé a la oficina de la contadora, toqué y la contadora contestó que pasara.


No sabía qué decir, así que tomé mis libros de almacén y me puse a hacer como que anotaba algo. Trabajamos el resto del día. Por la noche cuando cerraron la tienda y los empleados se fueron yendo, ella se acercó a mí y me dijo que la persona con la que la había visto era su supervisor, que así es como se hacían las cosas en las tiendas para que los encargados mantuvieran sus puestos y que la disculpara por la reacción del tipo gordo. Yo le contesté que no había ningún problema, que sería discreto y que haríamos como que nada había pasado. Pero a partir de ese día nos hicimos más allegados, bromeábamos y nos teníamos mas confianza. Poco a poco se dio que empezamos a cachondear a la hora de cerrar, nos besábamos y su aliento era en verdad muy cálido, exhalaba calentura.


Hasta que llegó el día en que cogimos. Ella fue invitada a un evento en Cuernavaca por parte del trabajo y me preguntó si podía acompañarla, acepté y nos fuimos en su coche. El evento estuvo aburrido, así que ella propuso regresar después de que dieran la comida. Y así lo hicimos, nos salimos discretamente, aunque a nadie le interesaba la presencia de unos y otros en ese evento. De regreso en su auto, me preguntó si hacíamos el amor en un motel, no dudé en contestar que sí y ella se dirigió a un motel que nos quedaba de camino.


Ambos estábamos muy calientes, apenas y entramos al cuarto y ya nos estábamos besando. Nos quitábamos la ropa uno al otro, aunque yo sólo tuve que bajar el cierre de su vestido para tenerla como me gusta. Usaba un corset con ligas que sujetaban sus medias y unas zapatillas que la hacían ver más alta y levantaban sus nalgas. Hasta ese día ella vio por primera vez mi verga, pues en la oficina nunca pasamos de besos y cachondeos sobre la ropa. Ya desnudo, ella me recostó sobre la cama boca arriba, se montó sobre mí y nos comíamos a besos. Su aliento era muy caliente. Frotaba su vagina sobre mi tronco, sin quitarse la pantaleta y así estuvo hasta que tuve que preguntarle si no me iba a mamar la verga. Me contestó que no le gustaba, que ni a su marido se la chupaba. Le pregunté si me dejaría a mí hacerle sexo oral, se sobresaltó un poco y sonrojada contestó que tampoco le llamaba la atención hacerlo así, le insistí que me permitiera hacerlo y terminó por aceptar por tan insistente que estaba, mientras nos besábamos y ella seguía montada en mi verga.


La recosté boca arriba, retiré su pantaleta y al abrirla de piernas me encontré con una muy abundante mata de pelos negros y una que otra cana. Sus labios estaban ocultos por tanto vello púbico y sobre dicho pelo se notaba su humedad, ella se veía nerviosa y hasta un poco incómoda, así que me incliné y metí mis labios y lengua entre sus piernas, apenas y me sintió se estremeció y de sus labios escapó un gemido. Tomé sus piernas con mis manos y así la atraje más hacia mi boca, era una delicia beber de esa panocha de algún modo virgen en el sexo oral, yo usaba mi lengua y labios para estimularla, ella se reía nerviosa pero al mismo tiempo lo disfrutaba, pues movía sus caderas buscando abrirse más para mí e indicándome dónde hacerla sentir más placer, no tardó mucho en tener un orgasmo mientras se aferraba con sus manos a mi cabeza, gemía intensamente y su cuerpo temblaba. Yo estaba más que estimulado acariciando sus piernas y el encaje de su lencería. El sabor de su orgasmo era dulce y yo seguía con deseo de probarla más tiempo y con la idea de que ella también me la chupara, la paré sobre la cama, me acosté boca arriba y me coloqué entre sus piernas, bajo su panocha, la atraje hacia mi boca y metí mi lengua en ella, se movía rico sobre mi boca mientras mi verga estaba a su disposición para cuando quisiera probarla, lo cual terminó por hacer entre tanta calentura y así, en poco tiempo ya hacíamos un rico 69. No era muy buena mamadora, pero el calor de su boca y su aliento me hacían sentir muy excitado, con la verga a punto de explotar, conteniendo mi venida pues no sabía si a ella le iba a gustar tener mi semen en la boca, opté por aguantar mi orgasmo, poniendo atención en su disfrute, pues ella seguía extasiada con las mamadas de panocha que yo le daba, gemía y gemía, moviendo sus nalgas frente a mi cara y yo disfrutando ver su pequeño ano adornado con unos cuantos pelos alrededor. Se volvió a venir intensamente, presionando su panocha sobre mi boca, bebí hasta la ultima gota de su orgasmo.


La tuve sobre mí un rato mientras se recuperaba, luego la recosté boca arriba, nos besábamos. Me dolía la verga, la sentía hinchada así que me incorporé para ponerme un condón, ella abrió sus piernas y me extendió sus brazos. Coloqué mis manos a sus costados y fue ella quien tomó mi tronco y colocó la punta de mi verga entre sus labios vaginales, yo presioné y me costó trabajo entrar pues se sentía muy estrecha, ella se quejaba un poco de dolor pero con sus manos en mi espalda me atraía para entrar más mientras yo trataba de suavizar sus gemidos besándola, en verdad estaba muy apretada. Por fin pude estar todo dentro de ella. Comenzamos a movernos al mismo tiempo, yo trataba de estimularla penetrándola despacio mientras con mis manos acariciaba su cuerpo y su lencería que me tenían a mil. Ella también había pasado de sus gemidos de dolor a los de placer, movía sus caderas y levantaba sus piernas buscando más placer. Y así entre besos, caricias y metidas de verga ella alcanzó su orgasmo de nuevo y yo de verla tan caliente también me apresuré a llenar el condón dentro de su caliente panocha, gemimos fuerte con nuestros orgasmos.


Descansamos un rato estando mi verga dentro de ella, mientras recuperábamos el aliento, ambos lo disfrutamos mucho. Su mirada y ojos color miel tenían un efecto especial, encontrar nuestras miradas nos hizo sentir deseo de nuevo, nos volvimos a besar y a ponernos calientes. Yo seguía dentro de ella con el condón casi escurriendo y la verga se volvía a poner dura, me levanté para cambiarme el condón. Ella se colocó de perrito sobre la cama, se veía hermosa con su lencería, así que una vez puesto el nuevo condón me coloqué en su espalda y la fui penetrando despacio, ambos disfrutamos cada centímetro recorrido. Nos movíamos en direcciones opuestas, ella echaba el culo para atras y yo hacia adelante, el sonido era muy excitante combinado a nuestros gemidos. Acariciaba sus nalgas y espalda sobre el corset y de igual forma tomaba las ligas que sostenían sus medias como si fueran unas correas para atraerla hacia mí. La estuve montando como perrita mucho tiempo, ella se vino algunas veces y yo no me cansaba de acariciarla y disfrutar la estrechez de su panocha. Y luego de muchas metidas me volví a vaciar en el condón dentro de ella. Para luego dejarnos caer sobre la cama, recuperándonos.


Platicamos. Quería saber qué me atraía de ella y por qué estar con una mujer que hasta podría ser mi abuela. Le contesté con la verdad, dije que no aparentaba tener la edad que decía, que era muy guapa y se arreglaba muy bien. Que tenía un muy buen cuerpo y que me encantaba cómo lucía la lencería que usaba, que sus medias y ligueros me excitaban mucho. Y que en verdad era un placer enorme disfrutarla y hacerla disfrutar. Ella me decía que estaba un poco loco, pero me agradecía lo que habíamos hecho. Aclaramos que sólo era calentura lo que sentíamos, pues yo amaba a mi novia y ella tenía a su familia, además que eso era sólo temporal, pues ya casi estaba por terminar mi servicio social.


Esa tarde cogimos en la cama, frente a los espejos del motel, en el baño y sobre unos escalones que estaban alfombrados. No sabía si se iba a repetir esa experiencia, así que disfruté lo mas que podía. Chupé sus ricos pezones que adornaban unos pechos pequeños. Lamía su panocha antes de penetrarla en cada posición que lo hicimos, aproveché cada momento para estar dentro de ella y sé que lo disfrutó tanto como yo.


Se estaba haciendo de noche, nos bañamos juntos y nos vestimos para regresar a nuestras casas. Antes de salir le pregunté si podría venirme en su boca y contestó que sí, pero sin que la obligara a tomarse mi esperma. Me senté en la orilla de la cama y sacó mi verga del pantalón, ella se arrodilló entre mis piernas y comenzó una mamada sólo con la boca. Le pedí que usara sus manos en mi tronco y así me estimuló más. Se esmeró en el oral que me hacía. La calentura de su boca y su aliento aumentaron mi excitación al grado que en poco rato me estaba vaciando sobre los labios de la contadora y veía cómo escurría mi leche por su cuello pues en ningún momento abrió la boca para saborear mi esperma. Yo me sentí satisfecho, ambos nos limpiamos y salimos en su auto hacia nuestra ciudad.


Pasó a dejarme donde rentaba y al llegar ya estaba ahí mi novia. Le conté del evento y también lo que había hecho con la contadora. Yesica no me creía que una mujer madurita podía disfrutar como lo hicimos ese día con la contadora. Hasta que le tocó disfrutar con hombres mayores y también con alguna que otra mujer madura que encontramos en nuestras vidas más adelante. Sobra decir que esa noche disfruté haciéndole el amor a mi novia y recordando a esa mujer tan caliente que hacía unas horas había tenido abierta de piernas, penetrándola toda la tarde. Yesica me exprimió lo último de leche ese día y ella también tuvo sus orgasmos. Yo feliz de terminar cada día a lado del amor de mi vida, amándonos siempre. Así nos quedamos dormidos.


En el servicio con la contadora Nico todo siguió normal, haciendo nuestro trabajo. Cachondeábamos de vez en cuando a la hora de cerrar y el sexo lo repetimos una o dos veces más en que hubo modo de escaparse al motel cerca de Cuernavaca, pues ella quería ser muy discreta. Terminé mi servicio social, ella me entregó mi liberación y esa fue la última vez que nos vimos, ella siguió con su trabajo y yo con el amor de mi vida.

martes, 20 de septiembre de 2022

POR CULPA DE UNA TANGA.

 


Confesión; Anónima.


Mi nombre lo dejaré como "Tania" y les contaré algunas historias que me han sucedido, todas son ciertas nada de alteraciones a las historias más que cambiar los nombres de los personajes.


Aquí en esta página me sirve de mucho en mi vida para desahogarme ya que nunca le he contado a nadie en persona nada de lo que aquí escribo espero y les guste mi primer relato.


Esto sucedió cuando recién cumplía la mayoría de edad y terminaba la preparatoria.


Tenía un cuerpo delgado, media 1,60 de altura, pesaba cómo 56 kg en ese entonces, piel blanca, mis pechos (bubis) eran pequeños, cintura algo ancha y nalgas normales. La verdad que mi cuerpo estaba apetecible ya que muchos me decían que era muy bonita y guapa y dos o tres me envidiaban, la verdad no estaba tan mal, siempre fui de las populares, también tuve muchos pretendientes y fue así hasta que tuve mi primer novio formal con el que hasta ahora me encuentro casada se llamara "Juan".


En la preparatoria siempre me gustaba ponerme la falda del uniforme más por arriba de las rodillas y la blusa fajada, el prefecto de la prepa siempre me estaba regañando, reclamando que me pusiera la falda por de bajó de las rodillas ya que según el parecía minifalda y que se me veían los calzones jajaja siempre me ponía una licra tipo shorts y no dejaba ver nada de mi ropa interior, la verdad que usaba prendas normales calzones, boxers normal pero siempre bien tapada por de bajó de mi uniforme.


Un día fui a la casa de una de mis hermanas la mayor, ella estaba casada desde algunos años, tenía un niño pequeño y pues me pidió que cuidara de el un sábado por la noche ya que ellos salieron a una fiesta del trabajo de mi cuñado, acepté y me fui como a las 6 de la tarde para su casa y ahi dormir ya que ellos llegarían por la madrugada, llegue y mi sobrino ya estaba a punto de dormir y pues decidí bañarme y ponerme ropa cómoda para descansar y como siempre comparto ropa con mis hermanas pues no me importo ponerme algo de esa casa que fuera de mi hermana, me puse a buscar algo en las ropas de mi hermana y ver qué me podía quedar para estar más cómoda y buscando entre sus cosas de mi hermana wuuuau sorpresa encontré en un cajón con mucha ropa interior de mujer prendas sexis de todo tipo: tangas de varias formas y colores, babydol de muchos, ligueros, encajes de diminutas tangas en fin mucha ropa interior muy sexy.


Ese día me dio mucha curiosidad yo nunca me había puesto algo así y me dio por saber que se sentía traer algo así en mi cuerpo ya que a esa edad no se me hace muy normal. Me bañé y me puse una tanga blanca fue la que más me llamo la atención para dormir con ella puesta y saber que se sentía, en cuanto me la puse uuuf me calentó tanto, esa sensación de traer esa prenda tan diminuta entre mis nalgas y rosar mis labios vaginales que me moje en seguida estaba tan caliente en la cama sintiendo mi cuerpo semidesnudo rozándome las sábanas que me empecé a tocar mi cuerpo, mis pechos, mi vagina con mis dedos, sentía mis fluidos tan calientes eso ya no era normal eso ya eran algo de orgasmos no soporte más y decidí marcarle a mi novio Juan que hasta ahora es mi marido, el llegó después de mi llamada como 20 minutos después a la casa de mi hermana yo estaba súper caliente con esa prenda, que solo salí a recibirlo en cuanto tocó el timbre de la casa solo salí con una sábana cubriendo mi cuerpo semidesnudo sin sostén solo la diminuta tanga blanca q traía puesta yo ya estaba a punto de la calentura que solo lo pase a la casa lo empecé a besar y en cuanto el me miró con esa tanga uuuf al igual que yo empezó como loco y empezó un faje que terminó en un cojidon de infarto.


Lo lleve a mi habitación donde estaba acostada, el no dejaba de tocarme, nalguearme, besarme mi cuerpo y yo solo tratando de quitarle su ropa, en cuanto le empiezo a bajar el pantalón y el boxer wuau ya tenía la verga tan dura y larga que solo quería ser clavada en mi cuerpo y así fue en ese momento no hubo tiempo de sexo oral solo penetraciones de urgencia y besos por todos lados jejeje el me tiro en la cama boca arriba me abrió las piernas hizo a un lado el hilo de la tanga, me apunto su pene en mi coño con unos simples roses y puuun de un solo golpe la clavo toda en mi interior ya no hacía falta lubricar más y empezó con embestidas brutales y rapidas yo solo gemía de placer me retorcía una y otra vez eso es lo que quería, sentía dolor pero me gustaba el seguía y seguía no pararía hasta terminar sin leche en sus huevos, el colchón ya estaba tan mojado de nuestro sudor y de mis orgasmos que perdí la cuenta, así estuvimos como 20 minutos dándole duro que cuando quise quitarlo de encima ya no pude el se aferró tanto que terminó en mi interior dejando una gran cantidad de semen que desbordaba por mi vagina y mis piernas era bastante y muy caliente. El se tumbó sobre la cama al igual que yo cansados de una lucha excitante me abrazo y me da un beso y nos dormimos juntos unos minutos.


Después me levanté me limpie todo el semen en el baño me lave la cara y regrese a despertar a Juan que ya era hora de irse porque pronto llegaría mi hermana y mi cuñado, el se cambió y nos dimos los últimos besos y se marchó para su casa algo agotado después de una buena cogida.


Después de ahí seguimos cogiendo hasta que termine embarazada poco después de ese cogidon que nos dimos y todo por culpa de una tanga jejeje...


Este es mi primer relato de muchos espero y les haya gustado hasta pronto...


MI VECINA CALIENTE

 


Confesión Anónima.



Todo inicia un día Sábado con la llegada de mis vecinos a la casa de alado la cual contaba con un solo piso, yo trabajaba los fines de semana en una vinatería por lo cual yo ya estaba listo y preparado para irme a trabajar eran las 8 am. Yo en ese tiempo estaba en la edad de la pulsada a los 18 años y todavía no tenia sexo y era muy calmado.


Yo salí de mi casa a eso de las 7:30 para irme y cuando me estoy yendo llega un carro y se bajan un hombre de 50 años super blanco, super flaco y muy alto diría que casi dos metros. Por el otro lado del carro se baja una señora de 37 años delgada ,morenita y super culona demasiado se veía.😊😂


El señor me dice buenos días vecino y yo le conteste Buenos días.

Ese dia llegue tarde a mi casa eso de las dos de la mañana por que me toco repartir algunas botellas y termine llegando tarde cuando llegue me prepare de comer y puse la TV a mi sorpresa estaba el partido del América contra el Real Madrid y lo estaba viendo, ya en el medio tiempo termine de comer y fui al baño y cuando estoy en el baño escucho:


Ella: así papi dame duro singame.

El: Te encanta puta.

Y los gritos eran muy fuerte además de las nalgada que se escuchaban duro y claras , obvio como tenia que ser me hice una paja y escuche todo el suceso. Al día siguiente me levante temprano para lavar y cuando estaba subiendo todo veo que la vecina sale solo en tanga a colgar su ropa en eso estaba cuando después de unos 10 min sube el señor desnudo y la empieza convencer de coger después de un rato hay se la dio muy duro y gritona la señora eso si confirmo que si la tenia grande jejje.


Ya el dia Lunes no tuve clases por lo cual salí a comprar cosa para comer y ella estaba afuera muy sexy y le dije que iba al Walmart a comprar comida y me encargo y me paso su numero llegando ya con las compra le marque:


Yo: hola Norma estoy afuera con tu encargo


Ella: ahorita deja me cambio (se escuchaba agitada)


Yo : ok


Me abre con solo con una bata que ni le cubría las nalgotas


Yo :aqui esta tu encargo


Ella : pásate para que te page


Yo me pase y espere a que me pagara y se levanto para agarrar el dinero y se le vieron las nalgas bien nalgueada que estaba rojas , yo estaba esperando y sale un chavo como de 21 y va con ella y le dice me encanto y le da un beso y la nalguea , yo solo veía y esperaba, después el se salió de la casa.


Ella me pago y me dice no digas nada de lo que viste amor y yo le digo como crees no soy chismoso y ella me agarra la verga.


Y en la semana paso lo mismo el esposo se la cogía y se escuchaba y yo me masturbaba escuchándola , hasta el lunes me pintee la clase le dije de nuevo que si quería que le hiciera el mandado y me dijo que si. Yo lo hice y cuando volví le mande mensaje y salió ella igual con bata pero estaba el esposo .


El : ¿Qué hace aquí vecino?


Yo : le traje lo que me encargo su esposa como voy al super no me cuesta nada


El: muchas gracias , ya te vi que trabajas en la vinatería a ver cuando te pido unas botellas


Yo: si con mucho gusto le hago el favor vecino.


y el dice ya me voy que llego tarde, y se levanto y la nalgueo y le metió mano y se fue , despidiéndose de mi.


Ella: ¿Cuánto fue? oye gracias por no decir nada


Yo : $$$ , no te preocupes no soy chismoso


Ella: es que en veces me aloco y ando de caliente pero es de una sola vez ¿tu sabes?


Yo : si (en forma no convencida pero de dar avión jejje)


Ella : ¿apoco eres virgen ? no me lo puedo creer


Yo: pues no se a dado la oportunidad


Ella : pues si quieres puedes tener una gran maestra (se mordía los labios y la bata se movía)


Yo: no estaría mal


Ella se quito la bata y me dice sácatela la debes de tener grande, yo me la saque y de volada me la empezó a chupar como loca y super rico. Se atragantaba y la ensalivaba super rico y me dice ¿te gusta amor? yo le dije me encanta y le agarraba las nalgotas.


Ya después de un rato me pone el condón y me dice amor vamos a mi cuarto y fuimos y le lamí la vagina y el culote , ella me dice : Que rico amor . Ya listo se la metí súper rico y empezó a gemir la empecé a bombear cada vez mas duro y ella me dice que gruesa la tienes amor , después de un tiempo me vine pero le empecé hacer sexo oral y me puse otro condón y ella me dice ponte lubricante y también se lo puse en el culote y la empecé a bombear gritaba y decía papi mas duro soy tu puta cosa que me hizo correr


sábado, 17 de septiembre de 2022

ANA, DARIO Y YO TUVIMOS VARIAS NOCHES DE SEXO EN TRÍO.

 


Confesión; Anónima.


A los 29 años de casados con hijos fuera del país, Ana y yo decidimos volver a las joda de los 90 y abrir nuestro matrimonio.


Ambos estamos físicamente bien, y nuestra vida sexual estaba un poco aburrida. Yo estaba pasando por un momento donde quería probar algo distinto, y como ya había tenido una experiencia gay en la juventud, Ana me propuso ir a un sex shop en forma separada y cada uno comprar algo que encendiera nuestra sexualidad. Yo opté estimulador sencillo a pila muy lindo. 


Esa noche, después de disfrutar ambos de varias copas de cabernet, estábamos listos para jugar con los toys. Saqué mi juguete y empecé a pasar mi lengua por su vagina para luego de unos minutos penetrarla, con el juguete. Ana gemía como loca. Luego de varios minutos nos besamos y yo pasé mi lengua por todo su cuerpo, pero justo cuando iba a cogerla, se levantó rápidamente y fue hacia el baño.


Ana me pidió que apagara la luz y minutos más tarde apareció con una camisa blanca mía. La abracé para traerla conmigo y noté que tenía una correa en la cintura. De pronto prendí la luz y vi que tenía un arnés con un estimulador anal brutal. ME quedé helado. Me dijo “date vuelta” Mientras le decía “estás loca” giré sobre mi cuerpo y ella me acarició la espalda para luego mojar con un gel la raja de mi culo.


Me puse duro y quise zafar, pero me dijo “gordo… relaja… vas a ver que te gusta…” Me recosté nuevamente. Dejé que el gel inundara mi ano, y de pronto sentí el consolador entrando lentamente dentro mío.


Abrí bien las piernas, levanté instintivamente la cola y Ana largó la carcajada” ¡gordo… como te voy a coger…!” La penetración fue sin descanso, el gel hizo todo más fácil. Grité un poco pero luego empecé a disfrutar. Ana entraba y salía por mi culo como si fuera un macho.


Yo empecé a gemir mientras ella se apoyó sobre mi espalda, me besó el cuello, y me susurró al oído” mi amor… que bien te vendría un macho… ” Me quedé en silencio mientras mi mano empezó a pajearme. Ana sacó mi mano y dijo “no me vas a acabar ahora, te quiero adentro mío…”.


Me dijo que me diera vuelta e hicimos el amor. Subió sobre mí, dominante. Yo estaba dolorido pero cuando la vi sobre mí, amé sus lolas y ella empezó a subir y bajar. Mi pija estaba a punto de explotar a los pocos minutos. Acabé dentro de ella, y nos quedamos abrazados por un rato.


Después nos miramos, fui al living, traje dos copas de vino, y Ana encendió dos cigarros. Ninguno habló, solo nos miramos, bebimos y fumamos, para después dormir abrazados.


Al día siguiente Ana me pidió sumar a un hombre desconocido en un trío. Yo quería una mina. Sorteamos a carao cruz y salió hombre. Ella abrió un perfil en redes y juntos vimos hombres, de todo tamaño y gusto. Por momentos vi algunos que me calentaban, y ella lo notó. Al final elegimos dos tipos, que nos debían gustar a los dos.


Le elegí un tipo de nuestra edad, con unos ojos celestes divinos, pelo gris, buen lomo y con bigote. Ella optó por un morocho, diez años más joven que nosotros y un cuerpo trabajado. Ana contactó a Oscar, el veterano, hablaron y quedaron en verse en un restaurant. Yo estaba en una mesa mirando todo, El tipo tenía una facha brutal, que me excitó mucho.


Ana fue muy sexy a la cita. Luego de tomar una copa se fueron abrazados. El tipo era muy lanzado. Esa noche la esperé entre cigarros y whisky y llegó como a las 2 de la mañana. Ana estaba defraudada. Le pregunté porqué. Me dijo “ el tipo es un macho divino pero no quiere hacer tríos…” Le dije “ cogieron y ¿no se lo preguntaste antes, guacha?” Ana se río… me miró y dijo..”gordo… ¡a vos también te hubiera cogido…!   Nos cagamos de risa juntos.


Yo estaba casi borracho de whisky y la sola idea de saber que Ana había cogido a ese macho me calentaba. La abracé fuerte y nos besamos. Ella me dijo “me baño y vuelvo…” No pude retenerla. Cuando apareció otra vez tenía el arnés.


Me dijo “ gordo, date vuelta..” Me acosté sobre mi pecho, levanté la cola, me volvió a inundar de gel y me cogió un largo rato. Yo estaba como loco disfrutando. Ana me dice “ gordo… una de estas noches, yo salgo con Oscar y a vos te busco en redes un macho que te coja, vos solo queres que te rompan bien el culo…! Esa noche no cogimos.


Pasaron varios días sin sexo


Una tarde me dijo que la noche siguiente iba a salir con un tipo. “¿Oscar…?”, le pregunté. Ella me miró y dijo “no, salgo con Darío el morocho que elegimos juntos, bah… elegí yo.” Me calenté y le dije que ese no era el trato. Yo quería un trío.


Ella me miró y dijo.” gordo, salgo con Darío y te averiguo si se copa con el trío… si queres vos, búscate un tipo y podes salir… conmigo todo bien…” Algo no empezó a gustarme. Esa noche paja, cigarro y whisky pensé. Esperé varias horas muy caliente.


Cada vez me excitaba más la idea de Ana cogiendo con un tipo. Me volaba la cabeza, pero no me animaba a decirlo. De pronto se abrió la puerta y vi la sonrisa de mi mujer. Noté que Ana estaba super relajada y feliz. “¿qué te dijo? “le pregunté.


Ana me miró, sonrió, me sacó el cigarro y dio unas bocanadas de humo con muchas sensualidad. Tomó un poco de vino de mi copa, me miró fijamente y de pronto empezó a sacarse lentamente el vestido para que yo notara que no tenía ni sostén ni braga…»Mirá a tu mujercita cómo la dejaron…pero estoy re feliz…» Inspiró largamente y me dijo “tengo dos buenas noticias…


La primera es que con Darío me siento sobre cogida, al fin me cogieron como a mi me gusta… ahora tengo que salir con Oscar otra vez y enseñarle lo que quiero….” Largué la carcajada…. ¡La segunda… es que Darío… está dispuesto a hacer un trío con vos…! ¡Gordo te conseguí finalmente un macho…. te van a coger…!» Ana se tiró encima mío, nos abrazamos y besamos.. Luego dijo «te das cuenta que te conseguí un tipo que quiera cogerte….! ¿sabes gordo cuánto te va a costar eso? Nos cagamos de risa juntos y le dije » ya sé te vas a coger a Darío muy seguido…» Ella me miró » no solo a él… no vas a poder pasar por la puerta de los cuernos que te voy a poner…»


Esa noche cogimos como antes, pero sin arnés. Antes que fuera a bañarse pasé mi lengua por su cuerpo y seguro algún resto de semen, me tragué. Ella solo me miraba, acariciaba mi pelo y gozaba. Yo me dediqué a besar y tocar sus lolas que aún tenían olor a otro macho. Luego la puse en cuatro y le di por atrás hasta acabar en seguida dentro de ella. Su vagina parecía un río de húmeda.


Ana, Darío y yo tuvimos varias noches de sexo en trío. Darío suele ponerse en bolas frente a mi, y entregarme su pija bien dura, para que yo lo caliente. Me agarra la cabeza y me produce arcadas cada vez que su pija llega al fondo de mi garganta. Me coge por la boca y por el culo.


Soy casi su puta, siempre me coge con fuerza, pero se cuida de no acabar. A mi mujer le excita ver como su macho joven me rompe bien el culo, o cuando sacude su pija en mi cara. Ella se abraza a su copa y su cigarro mientras ve como su marido es la puta de su macho. Yo analicé que hay un poco de sadismo en ella.


Después Darío se dedica a satisfacer a mi mujer, se besan como novios, y se chupan como dos adolescentes. Yo al principio miraba como lo hacían y casi sin querer empezaba a pajearme ante la sonrisa cómplice de mi mujer, y los guiños de ojos del morocho. Luego, los dejé solos. Hace meses que los tres nos divertimos mucho.


Ella suele ir a su casa y pasan un finde juntos. Ana vuelve los domingos al mediodía. Darío me dijo que tiene un amigo gay para presentarme. Con Ana tenemos una vida sexual menos intensa, pero cuando cogemos la pasamos genial. Ella tiene marido y amante permitido, y ambos estamos muy felices.


viernes, 16 de septiembre de 2022

FELICES 30 AÑOS DE MATRIMONIO.

 


Confesión; Anónima.


Hola, mi nombre es Ezequiel y llevo casi 30 años de feliz matrimonio y hermosos cuernos que me pone mi esposa Rosana. Tengo 50 años y ella 47 aunque todos le dan unos 42 años. Es gordita, piel blanca y pelo negro azabache que lo usa cortito porque así le resulta más lindo y cómodo. Tiene un par de tetas hermosas, pezones grandes, y una cola bien parada y redondita, que a pesar de la edad y dos hijos, la sigue teniendo parada y redonda.


Llevamos juntos entre noviazgo y matrimonio 30 años, de los cuales más de 25 han sido con cuernos incluidos. Vivimos en una ciudad chica de la provincia de córdoba.


Supe que era cornudo una noche, sin querer a los 2 o 3 años de ser novios


Fue un jueves, ella trabajaba en una estación de servicio de 14 a 22 horas, y yo los jueves jugaba al fútbol a las 22 con amigos, el resto de los días la iba a buscar yo. Si bien el turno de Rosana terminaba a las 10 de la noche, no salía hasta unos 20 minutos o media hora más tarde, hasta que hacía el cierre de caja.


Un jueves no éramos suficientes para jugar al fútbol por lo que nos fuimos temprano. Yo decidí ir a buscar a Rosana. Cuando iba llegando en mi moto, vi que salía con un compañero de trabajo, también en moto. Pensé que doblaría en la esquina para llevarla a Rosana a su casa, pero no, siguieron derecho hasta las afueras de la ciudad y entraron a un motel.


Yo no podía creer lo que acababa de ver, sentí bronca y me fui a mi casa. En el camino pensaba en lo puta que era, que yo no merecía eso, que la iba a mandar a la mierda y muchas cosas más. Llegué a mi casa, me fui a duchar y comencé a masturbarme pensando como la estarían culiando.


Me excité muchísimo, acabé rápido y al ratito ya estaba empalmado de vuelta. Me hice varias pajas esa noche y me di cuenta que me causaba más excitación que enojo el hecho de tener cuernos.


A la mañana siguiente yo tenía la costumbre de llamarla a su trabajo desde la oficina. Hablamos un ratito, le pregunté que había hecho la noche anterior y me dijo que nada, que un compañero de trabajo la llevó en su moto a la casa, cosa que en parte era verdad.


A la noche la llevé a culiar al mismo motel donde había ido con su amigo. En un momento ella estaba arriba mío y yo le pregunté si así de rico se movía con su compañero de trabajo. Rosana se quedó inmóvil y me preguntó de qué hablaba. Entonces le dije lo que había visto la noche anterior. Ella estaba atónita y se puso muy nerviosa. Se quiso bajar pero no la dejé, la seguí cogiendo.


Entonces ella me dijo que fue solo sexo, me pidió perdón y me dijo que nunca más lo volvería a hacer. Yo me largué a reír y le dije que es una puta, que ya le gustó el vicio y no lo va a dejar. Le dije, si sigo con vos seré cornudo toda la vida porque sos muy puta y te gusta mucho la pija.


Ella me preguntó si la iba a dejar. Yo le dije que la amaba y le pregunté si ella me amaba. Me contestó que si, que yo era su amor, y me volvió a pedir perdón. Entonces yo totalmente excitado le dije que prefiero ser cornudo feliz y estar con la mujer que amo antes que tener una esposa fiel pero que no ame. Ella sonrió, me preguntó si lo decía en serio y cuando le contesté que si me besó muy apasionadamente. Acabé dentro suyo así, basándonos con mucha pasión.


Allí comenzó todo, y no me arrepiento, al contrario, disfruto muchísimo mi matrimonio. Ella tiene novio y está muy feliz.


PARTE II


Hola, soy nuevamente Ezequiel y seguiré contando mi feliz matrimonio y cuernos con mi esposa Rosana.


En el primer relato conté como había empezado todo. Ahora les voy a contar como siguió nuestro noviazgo.


Como había contado, Rosana trabajaba en una estación de servicio de 14 a 22 horas. Después que blanqueamos la situación y que yo aceptaba ser cornudo pero estar con la mujer que amaba (y amo), la semana transcurrió normal, aunque en los momentos íntimos Mauricio era nombrado y eso me calentaba muchísimo.


Al jueves posterior no salieron porque Mauricio trabajaba en el turno noche. Pero a la otra semana si salieron y yo me fui a jugar al fútbol. Debo decir que si bien yo estaba en la cancha, mi cabeza no paraba de pensar si Rosana estaría culiando con Mauricio y como la estaría pasando.


Esa noche me masturbé en la ducha, y al día siguiente, como de costumbre, la llamé a su trabajo. Yo estaba muy ansioso por saber cómo se había sentido ella.


Atendió el teléfono y me saludó con un hola mi amor. Nos mimamos con palabras un momento y le pregunté cómo le había ido la noche anterior. Me dijo que bien, que se sintió más liberada y que Mauricio le dijo que había estado mucho más puta que de costumbre. Ese solo comentario que puso la verga tiesa. Yo le dije que me ponía bien que ella la hubiera pasado bien. Hablamos un momento más y cortamos.


A la noche la fui a buscar al trabajo, y fuimos a coger


Le pedí que me contara todo. Ella lo hizo masturbándome muy despacio, lo que me excitaba mucho más aún.


A partir de allí todo se fue haciendo más lindo entre ella y yo, comenzamos a tener mejor sexo, más apasionado y placentero. Ella seguía saliendo con su amigo los jueves a la noche y también comenzó a hacerlo algún que otro día de la semana. O sea, le encantaba ponerme cuernos.


Pasaron unos meses, Mauricio se compró un auto, y una compañera de trabajo de ambos se casaba. Fuimos invitados a la fiesta. Le pregunté a Rosana si su amigo iba y me dijo que sí. Yo le dije, vas a ver que en algún momento de la fiesta te va a invitar a su auto a que se la chupes. (Aclaro que Mauricio no tenía novia por esos días).


Rosana se rio y me dijo que no, que estando yo no se iba a animar. Le dije que sí, que lo iba a hacer. Ella insistía que no, pero después me preguntó si yo la dejaría ir al auto de Mauricio un ratito. Le dije que si a ella le pintaba ir, yo no tenía drama. En una fiesta con tanta gente nadie notaría nada.


Llegó la noche de la fiesta, que se hacía en un hermoso salón que estaba al centro de un predio, adelante el estacionamiento lleno de árboles y para atrás una cancha de fútbol. Un salón muy lindo realmente con tres puertas de salida. Nosotros fuimos en remise porque hacía frío y no daba para ir en moto. Mauricio fue en su auto.


Cuando llegamos nos bajamos en la puerta y caminamos unos 100 metros hasta el salón atravesando el estacionamiento. Rosana me dice, allá está el auto de Mauri. Estaba hacia el fondo en un lugar oscuro porque la frondosa arboleda del lugar no permitía el paso de las luces. Yo le dije, lo puso ahí para invitarte una mamada más tarde. Rosana se largó a reír.


Disfrutamos la cena, comenzó el baile, bailamos un rato con Rosana y nos fuimos a sentar y tomar una cerveza. Al ratito se acercó Mauricio me saludó dándome la mano y le dio un beso a Rosana con quién se puso a hablarle al oído porque la música estaba fuerte. Yo la miraba a Rosana que se reía y movía la cabeza diciendo no, pero después de un ratito hizo un gesto de afirmación.


Mauri nos saludó y se fue. Rosana me quedó mirando y comenzó a reírse. Me dice, tenías razón me invitó al auto un ratito. Le digo,  y vos aceptaste. Sonriendo me preguntó si no me molestaba que fuera y yo le dije que no, que fuera. Le digo, andá al baño y yo me voy a dar una vuelta por el salón. Así lo hicimos, ella fue al baño a pintarse nuevamente los labios y yo, por otra puerta, salí a esconderme cerca del auto de Mauri. Había una camioneta y al lado el auto de Muri. Me quedé escondido tras la camioneta. Si bien estaba muy oscuro la distancia no era tanta y podía ver bien.


Al ratito llegó Rosana, subió sonriendo, hablaron algo, se besaron y siguieron hablando y riéndose. Luego Mauri reclinó la butaca y se bajó pantalón y calzoncillo. Seguían hablando y riéndose y Rosana acercó su mano a mauri y comenzó a acariciar su pija. Pasado un momento se dieron un beso y Rosana se agachó gustosa a saborear la mamadera calentita de su amigo. Yo comencé a masturbarme a full, me excitaba mucho la escena.


Rosana se la chupaba despacio y mauri se retorcía de placer en la butaca. Obviamente le acabó en la boca y Rosana se tomó la leche. Se incorporó, ambos sonrieron. Mauri le dijo algo, supongo que le dijo puta o algo así porque Rosana le dio una cachetada suave en la cara y luego lo besó. Se hicieron mimos un ratito más, yo me fui al salón y al ratito entró Rosana. Fue derecho al baño y luego vino hacia mí. Tenía una hermosa cara de puta, estaba feliz con la aventura. Le pregunté qué tal estuvo el postre y me dijo que riquísimo.


Seguimos disfrutando de la fiesta, y a la hora de irnos Mauri se ofreció a llevarnos en su auto. Cosa a la que accedimos, Rosana subió adelante con él porque mi casa quedaba de pasada hacia la casa de Rosana por lo que yo me bajaba primero. Cuando me bajé besé a Rosana, en tono de chiste le dije a mauri que se portara bien con mi novia, el me aseguró que si riéndose y se fueron. Ahí terminó mi noche, obvio la de ellos no. Fueron a un motel a terminar la noche como correspondía. Rosana volvió a su casa a eso de las 9 de la mañana totalmente feliz por la noche de puta que tuvo.


PARTE III


Hola. Otra vez por esta buena página de relatos. Soy Ezequiel y mi esposa se llama Rosana. Como ya les conté en dos relatos anteriores, llevamos 30 años juntos y disfrutamos que ella tenga una vida sexual muy abierta y yo ser cornudo.


Como ya conté Rosana tenía por esos días, 1997 más  o menos, un macho llamado Mauricio, el cual era también compañero de trabajo.


Hoy les voy a contar la tarde que los vi culiando en la casa de Rosana aprovechando que no había nadie.


Yo tenía que viajar a una localidad cercana por razones de trabajo, y Rosana me dijo que ella estaría sola toda la tarde porque su madre y hermanas se iban a la casa de una tía. Mi cuñado y mi suegro trabajaban hasta la noche.


Mi viaje se suspendió y salí del trabajo a la hora habitual, tipo 5 de la tarde. Rosana no sabía que yo no había viajado y se me ocurrió sorprenderla, y de paso pegarle una buena culiada. Me ganaron de mano. Je


Entré por el portón que daba al patio, dejé la moto y entré despacio por la cocina. En eso siento la voz de Mauricio que decia, hija de puta como te gusta chupar la pija, sos una culiada. Me quedé quieto y luego caminé sigiloso hasta cerca de la pieza de Rosana.


Me asomé despacio y vi a Rosana sentada en la cama y mauri parado recibiendo una preciosa mamada. Le acariciaba el pelo y le decía puta, chupa pija, culiada, te gusta gorriarlo a tu novio puta. Yo ya estaba recontra empalmado y me acariciaba la verga por sobre el pantalón.


En un momento rosana se saca la pija de la boca y le pregunta a mauri si la iba a culiar, a lo que mauri le dijo si, te la voy a poner por el culo porque tengo ganas de romperte bien roto el culo hermoso y puto que tenés pero ahora seguí chupando cuando yo quiera te voy a culiar. Rosana le dijo, asqueroso, y se prendió a la pija de vuelta. Le dice mauri, bien que te gusta la pija de este asqueroso, te gusta más que la de tu novio.


Ahí me puse más a full porque a mi no me entregaba el culo y por lo que acababa de oír, a mauri de lo entregaba bastante seguido.


Rosana siguió chupando hasta que en un momento mauri le dice, buscá la crema y ponete en cuatro, te voy a romper el culo. Se levantó obediente, se besaron y fue a buscar la crema. Le dice mauri, que hermosa gorriada le estamos dando a tu novio, rosana le dice, si hermosa como todas y se largaron a reír.


Mauri le dice ponete en cuatro, le puso crema en el culo le pegó un par de chirlos le dijo preparate puta y se la comenzó a meter despacio pero firme. La verdad es que le entró bastante fácil y hasta el tronco. Ahí me di cuenta que mi novia tenía muy acostumbrado el ojete a recibir visitas.


Se la culió bien culiada, le preguntó donde quería la leche y Rosana le dijo que en la cola. Se la sacó y le quedó el culo chorreando leche. Mauri le pegó un chirlo en el culo y le dice, andá a lavarte el culo puta de mierda te chorrea toda la leche. Rosana se paró y mauri la tomó del brazo, la besó y le pidió que antes de irse al baño le dejara limpia la verga. Rosana se sentó en la cama y se la comenzó a lamer hasta dejarla completamente limpia.


Yo me retiré despacio hacia la puerta del patio y salí. Escuché que rosana fue al baño. Mauri le preguntó si quería tomar mate, y puso música, por lo que yo aproveché para sacar la moto e irme a mi casa a hacerme una preciosa paja, que en realidad fueron varias.


Volví a la casa de ella a eso de las 8 y media de la noche, ya estaban su mamá y hermanas. Nos fuimos a charlar a la vereda y me preguntó como me había ido en el viaje. Le dije que no había viajado, que había pasado por su casa pero vi que estaba el auto de mauri y preferí seguir de largo. 


Se largó a reír y me dice, lo bien que hiciste porque estábamos muy ocupados. Le dije que lo supuse y no quise molestar. Me dice te pusimos unos hermosos cuernos, que te quedan muy bien, y me besó.


PARTE IV


Hola hermosa comunidad, soy Ezequiel nuevamente y para contarles más sobre mi matrimonio con Rosana.


Después de haberla visto culiando con su macho, me quedé con ganas de volver a verla, y no sabía como hacer.


Pasaron varios meses hasta que se me dio la oportunidad. Rosana trabajaba en la mañana en una casa de familia, un matrimonio con hijos ya grandes que no vivían ya con los padres, es más, vivíanen otras ciudades.


Sin querer tuve la oportunidad cuando el matrimonio se fue unos días de vacaciones y nos dejaron las llaves de la casa, una copia a Rosana para que fuera a limpiar 2 veces por semana a la mañana y la otra a mi para que diera una vuelta por las tardes.


Cuestión que un martes a la mañana Rosana iba a la casa y yo aproveché para ir también cuando salí de la oficina a hacer unos trámites.


Entré muy despacio tratando de no hacer ruido para darle la sorpresa, pero no estaba por ningún lado. Esperé unos minutos en una habitación que daba a la calle, hasta que la vi venir con Mauricio. De solo verlos se me paró la pija y me preparé para verlos culiar. Me escondí tras la puerta de la habitación que era un living y seguro no iban a ir ahí.


Entraron, Mauri le decía, te voy a culiar toda la mañana puta hermosa.


Me asomé despacio y estaban en la cocina guardando mercadería, después Mauri se desnudó con la pija ya parada y la abrazó por detrás y comenzó a refregar su pija en el culo de Rosana. Una pija gruesa y cabezona. Con las manos le acariciaba la concha y le decía, que rica puta me voy a culiar hoy.


Rosana le decía, mirá que esta puta quiere mucha pija, espero cumplas. Mauri le preguntó ¿alguna vez te falló esta pija? Rosana le dijo que no que era maravillosa. Le dijo Mauri, si tanto te gusta chupala bien chupada como buena puta chupa pija que sos. Cosa que mi novia comenzó a hacer de inmediato.


Se la chupaba despacio, con suavidad, le lamía los huevos, lo acariciaba. Mauri disfrutaba, le decía puta, culiada, chupa verga. Después la tomó de la mano y se fueron al dormitorio. Rosana se desnudó y Mauri comenzó a chuparle la concha con todas las ganas, Rosana gritaba de placer hasta que tuvo un tremendo orgasmo.


Quedó quieta y agitada un buen rato, mientras Mauricio le besaba las tetas. Cuando Rosana se recuperó comenzó a besarle el pecho y fue bajando hasta llegar a la pija que comenzó a chupar casi con devoción. Mauri le acariciaba el pelo y en un momento le dice, dame la cola mi amor.


Rosana dejo de chupar y se puso en cuatro patas ofreciéndole su hermoso culo a su macho. Mauri se lo chupó con mucha suavidad, jugaba con los dedos para hacerla calentar a mi novia. Finalmente Rosana le dijo, culiame papito por favor culiame. Mauri no se hizo rogar y comenzó a metérsela despacio pero firme hasta que le entró toda. Rosana gemía de gozo, Mauri la culiaba muy despacio y lentamente fue aumentando el ritmo hasta culiarla con firmeza y fuerte.


Mauri le preguntó si quería tomarse la leche, Rosana le dijo que si. Mauri se la sacó despacio y se la metió en la boca. Rosana no chupaba, Mauri le culiaba la boca. Se la culió bien culiada con fuerza, le metía la pija completa en la boca, Rosana gemía pero se notaba que lo disfrutaba como una perfecta puta. Mauricio le dijo, ahí va la leche puta y largó un grito de placer. Rosana lo apretó contra ella para no dejar escapar ni una gota de leche. Se la tomó toda.


Se fueron relajando, Mauri se la sacó completamente limpia. Él muy cariñoso, comenzó a acariciarla y decirle que era la puta mas hermosa del mundo. Se besaron un buen rato, luego Rosana se levantó y le preguntó si quería tomar mate. Mauri le dijo que si, y después se la iba a poner por la concha. Rosana le dijo que era un asqueroso y lo besó.


Yo no daba más de las ganas de acabar. Tomé mi pañuelo y largué la leche ahí para no ensuciar el piso.


Tomaron mate desnudos en la cocina, hablaban de cosas triviales. Después Mauri le preguntó quien la culiaba mejor si él o yo. Rosana le dijo, si vos no culiaras mejor que mi novio no me culiarias. Mauri le pregunta ¿no me merezco una lamida de huevos entonces? Rosana le dio una cachetada suave le dijo asqueroso y lo tomó de la mano y fueron otra vez a la cama. Mauricio se acostó boca arriba y piernas abiertas.


Rosana comenzó a lamerle los huevos muy delicadamente y con las manos le acariciaba la pija que ya estaba bien parada. Estuvo un buen rato lamiéndole los huevos, luego se montó en la verga y cabalgó como una loca hasta hacerlo acabar como un loco.


Mauri gritó de placer cuando acabó. Se abrazaron y se quedaron así un rato. Se levantaron y Rosana lo invitó a ducharse juntos. Yo ahí aproveché para salir de la casa, totalmente extasiado de lo que había visto.


Nunca le conté a Rosana que los vi coger. Esa fue la última vez que los vi. Después Mauricio se fue a trabajar a otra provincia y la relación terminó.


Pero con el tiempo apareció otro novio, que ya contaré como lo conoció.


PARTE V


Hola comunidad. Soy Ezequiel y les seguiré narrando mi hermosa experiencia de matrimonio cornudo con mi esposa Rosana.


Como ya he contado en relatos anteriores, ella tenía un macho, Mauricio, que a su vez era compañero de trabajo. Dos veces los pude ver culiando y realmente fueron momentos únicos, muy morbosos y excitantes.


Con el paso del tiempo Mauricio conoció a una chica estudiante universitaria, nativa de otra provincia y cuando esta chica se recibió ambos se fueron a la provincia natal de ella. Además los encuentros con Rosana habían comenzado a ser mas espaciados.


Bueno, nosotros con Rosana seguimos juntos, compramos nuestra casa, nacieron nuestros hijos, sin que hubieran terceros en el medio, eso fue durante unos 6 años más o menos.


Una tarde en 2008 ella fue al centro de la ciudad con los chicos, al regresar en un remise, yo salgo a recibir a los niños, ayudar con las bolsas y vi que ella hablaba con muy buena onda con el remisero. Yo entré a casa con los chicos y al ratito entró ella.


Cuando fue al dormitorio fui detrás de ella y le dije tocándole el culo, me parece que pintó onda con el remisero. Ella sonrió y me contestó que si, que es muy simpático. Le pregunté, ¿simpático nada más? Me dice, y lindo también. Me dijo que se llamaba Guillermo y que le había dado el número de teléfono. Yo le dije, me parece que me van a volver a salir cuernos. Y ella me dijo, no sé capaz quien sabe. Yo con esa respuesta supe que era cuestión de tiempo para que ella volviera a tener un macho.


A la noche culiamos de maravilla y yo metí a Guillermo en el diálogo. Rosana se excitaba mucho. Yo le preguntaba ¿te gustaría chuparle la pija al remisero? ¿Querés que Guille te pegue una buena culiada? Y Rosana excitada me decía que si. Después de culiar me dijo que prefería ir despacio con el tema, no quería regalarse y además quería saber si era discreto porque ya teníamos a nuestros hijos. Cosa en lo que yo estuve de acuerdo.


Por esos días Rosana se juntaba los viernes a la noche a cenar con amigas, por lo que tenía salidas semanales. Yo me quedaba en casa y solía esperarla despierto. El primer viernes luego de conocerlo a Guille volvió con él, pero ella sentada en el asiento de atrás, todo muy normal. Comenzaron a mandarse mensajes y a tener más onda. Así pasaron unos tres viernes. Hasta que llegó el momento en que Rosana se entregó a la pija de Guille.


Yo escucho que llega un auto a eso de las 3 de la mañana, miro por la ventana, y eran ellos con la diferencia que Rosana venía sentada adelante. Frente de casa hay un árbol grande que tapa la luz artificial y además esa noche lloviznaba y hacía frío. Guille detuvo el motor y se quedaron conversando. Al ratito Guille acarició la cara de Rosana y bajó la mano hasta sus tetas.


Rosana tenía una campera y una blusa por lo que fue fácil para él dejar al desnudo las tetas y comenzar a besarlas.


Después reclinó la butaca y se bajó los pantalones con una mano seguía acariciando las tetas de Rosana y con la otra se pajeaba, al mismo tiempo que hablaban y reían. Parecía que la cosa no iba a pasar de ahí hasta que en un momento Rosana lo miró, miró para todos lados para asegurarse que no viniera nadie y se agachó a tomar la mamadera de Guille.


Yo ya tenía la pija recontra parada, pero no me la toqué, preferí aguantar y acabar en la boca de Rosana. Se la chupó despacio pero sin dejar de mamar en ningún momento, después de varios minutos Guille comenzó a retorcerse de placer y acabó en la boca de mi esposa.


Ella se tomó la leche y se incorporó sonriente. Ahí se besaron, charlaron un ratito más, se volvieron a besar y Rosana se bajó.

Cuando entró supuso que yo estaba despierto, porque en generaĺ la esperaba despierto. Cuando entró al dormitorio le dije, antes de darme un beso lavate los dientes putita ya vi como te tomaste la leche de tu remisero amigo. Ella me dijo que se enamoró de esa pija.


Se lavó los dientes, se acostó y mientras me masturbaba despacio me contaba lo hermosa y rica que le pareció la pija de Guille y que su leche era la más deliciosa que había tomado. No aguanté mucho y acabé. También se tomó mi leche, después nos abrazamos y le dije que estaba feliz que tuviera un nuevo amigo y macho.


Ella me dijo que Guille le gustaba mucho y que esperaba tener una hermosa relación. Cosa que por suerte se dio, pero lo contaré en un próximo relato. Yo le dije que tenía todo mi apoyo, pero que fueran discretos por nuestros hijos.


PARTE VI


Hola comunidad, hoy les voy a contar algo del hermoso noviazgo que mi esposa Rosana tuvo con su nuevo macho Guillermo. Fue un noviazgo que duró del 2008 hasta 2015. Mucho tiempo pero muy lindo porque incursionamos en lo hermoso que es hacer tríos.


Luego de haberle chupado la pija en el auto a Guille, Rosana quedó enamorada y quedaron de ir el viernes próximo a un motel. Se escribieron mensajes toda la semana. Rosana me los mostraba y se me paraba la pija al toque.


Por ejemplo, recuerdo que en un mensaje le ponía, hola hermosa ¿como estás? Yo soñé que te hacía el amor toda la noche. No puedo esperar a tenerte desnuda. Era muy correcto para escribir, en ningún momento la trataba de puta o le decía algo grosero. Rosana se re calentaba con sus mensajes.


Esa semana culiamos unas 3 veces, y yo siempre metía a Guille en el medio porque Rosana se calentaba muchísimo. Incluso me pidió que comenzara a afeitarme la pija porque Guille la tenía afeitada y a ella le gustó como la tenía. Asique desde ese momento comencé a afeitarme la pija, cosa que sigo haciendo porque es realmente cómodo y me gusta.


El jueves a la tarde, fue a comprar ropa interior nueva, la eligió de color azul Francia que es su color preferido, y como ella es blanca le quedaba hermoso. Me preguntó que me parecía y le dije que Guille se lo iba a sacar en un segundo de lo mucho que se iba a calentar al verla así. El viernes a la tarde fue a la peluquería y a depilarse completa y a eso de las 10 de la noche estaba lista para disfrutar una excelente noche con su nuevo macho.


Se puso una especie de remera negra bien ajustada al cuerpo que hacía que se le notaran bien las tetas, un pantalón blanco también bien ajustado y sandalias taco alto negras. Estaba para culiarla toda la noche, cosa que Guille se encargó de hacer… jeje


Pasó a buscarla tipo 10 y cuarto, Rosana salió, subió atrás y salieron. Al rato me escribió para decirme que estaban ya en el motel y que ponía el teléfono en silencio.


Cerca de la medianoche me escribió para preguntarme si estaba todo bien. Le contesté que si y le pregunté como lo estaba pasando. Me dijo que hermoso, que Guille era el macho soñado, que nunca la habían culiado tan bien como él. En ese momento Guille estaba en el baño y ella aprovechó para escribirme. Le dije que me hizo sentir celoso con tantos halagos hacia él. Me puso que me amaba y que no la esperara despierto.


Nos saludamos y me dormí. Volvió a eso de las 8 de la mañana, muy feliz, muy bien culiada y con todas las ganas de contarme todo con lujo de detalles.


Me contó, mientras me acariciaba los huevos y me masturbaba muy despacio, que ni bien entraron a la habitación la abrazó muy delicadamente, comenzó a besarla y acariciarla. Ella también lo abrazó y le acariciaba la espalda. Después le dijo que estaba bellísima y que esa noche sería inolvidable.


Comenzó a desnudarla despacio, la besó toda y luego le chupó la concha, según ella de la forma mas hermosa. La hizo acabar como una loca pero no la dejó relajarse, la puso boca abajo y comenzó a chuparle el culo.


La última vez que Rosana había tenido una pija en el culo fue con Mauricio hacía varios años, a mi no me entrega el culo. Volver a sentir una lengua en el ojete la puso a full y ella le pidió que se la pusiera por el culo. Guille se hizo rogar un poco para que ella se lo pidiera más veces, hasta que finalmente la puso en 4 patas y se la metió.


Me dijo Rosana que sentir su pija en el culo fue un momento único y maravilloso. A pedido de Rosana le acabó dentro del culo y se recostaron en la cama y se quedaron un buen rato mimándose. Rosana sintió como la pija de Guille se puso flácida dentro de su culo, pero igual disfrutaba ese momento.


Después él se fue a duchar, y ahí Rosana me escribió.


Después estuvieron charlando y conociéndose más. Guille le dijo que nunca había disfrutado tanto de una cola como esa noche. Entonces Rosana le contó de su anterior novio y de como también disfrutaba de su cola. Y le confesó que ella disfruta mucho que le hagan la cola.


Ahí Guille se puso al palo, Rosana se la comenzó a chupar y a lamerle los huevos hasta que Guille no aguantó mas y la volvió a culiar. Se la puso por la concha un ratito, y luego le volvió a dar por el culo. Después durmieron un rato, y cuando se despertaron Rosana se la chupó un momento y le volvió a pedir que se la ponga por el culo, y bueno, culiaron de vuelta por el culo. Tres veces le llenaron el orto de leche a mi esposa y la dejaron feliz como nunca.


Yo acabé en su mano, nos besamos y le dije que estaba feliz y al mismo tiempo celoso porque la veía muy caliente con Guille. Ella me dijo que me quedara tranquilo que yo soy su único amor, pero no su único hombre.


Le dije que quería chuparle la concha, cosa a la que accedió muy gustosa. Se la chupé despacio para que tardara más en acabar y poder disfrutar más tiempo de su sabor. Me inundó la boca con sus flujos que estaban deliciosos.


Luego nos besamos, y nos levantamos a desayunar.


Guille le mandó un mensaje cerca del mediodía donde le preguntaba como estaba y si le gustaría salir con él de vuelta. Rosana le contestó que la pasó hermoso y que obviamente quería volver a culiar con él. Guille le preguntó que tenía que hacer a la noche para invitarla a su departamento.


Rosana me preguntó a mi que me parecía la propuesta y yo le dije que lo dejaba a su criterio pero que tuviera cuidado que no la vieran. Rosana le contestó que tenía ganas de conocer su departamento, por lo que a la noche fue por primera vez a dormir al depa de Guille, cosa que después se hizo muy común. Eso se los cuento en el próximo relato.


UN SHOW ESPECIAL PARA MI VECINO

  Confesion; Anonimo. Hola, mi nombre es Victoria tengo 28 años y vivo junto a mi pareja de 31, ambos trabajamos, aunque él es un hombre más...